Cuando Carolina Herrera imaginó su colección nupcial de primavera 2019 incluyó un elegante vestido de novia, de un tono blanco roto. Se trata de un diseño con escote en 'V' y decorado, en la zona del talle, por unas pequeñas flores en 3D de pedrería.

El diseño recuerda, en cierto modo, a este otro vestido que lució doña Letizia en marzo de 2019, durante su visita oficial a Argentina, en la cena de gala ofrecida por sus anfitriones en Buenos Aires. Una prenda de la misma firma.

Ese llamativo vestido conquistó, poco después, a Magdalena de Suecia que lo llevó en una cena de gala en el Palacio Real de Estocolmo durante la visita oficial del presidente de Corea del Sur Moon Jae-in y su esposa.

En esa misma línea fue la elección de Rachel Brosnahan para acudir a la gala de los Critics' Choice Awards. La actriz se decantó por un diseño en color mandarina de Carolina Herrera, una reinterpretación del modelo que lucieron las royals.

Esta tendencia, la de incluir flores en 3D con pedrería en los vestidos, no solo ha conquistado a Carolina Herrera, también a otros creativos que la han trabajado en el mundo nupcial. Ese es el caso de Liz Martinez, que las añade en un elegante vestido combinado de tul y gasa de su colección Michelle Sarah 2020 fotografiada en Tel Aviv.

También Dana Harel, que incluye pequeñas flores con pedrería en el cuerpo y el inicio de la falda, con la idea de aportar un mayor volumen a la zona superior para compensar, de ese modo, el efecto de la falda.

O Berta Bridal, que las utiliza para llamar la atención sobre una parte concreta de la silueta que, en el caso del diseño de la imagen, de su nueva colección, es la cintura.