Corto vs. largo: Cómo elegir el vestido de novia perfecto para tu gran día

Por fin ha llegado tu gran día, pero te sientes indecisa a la hora de escoger tu vestido de novia, ¿corto o largo?, te preguntas. Pues bien, aquí tienes diferentes argumentos para quedarte con una u otra opción. Conviérte en la maravillosa novia que siempre quisiste ser y deja a todos tus invitados con la boca abierta. Confía en ti misma y seguro que triunfarás.

Apostar por un vestido corto no significa perder elegancia, ni mucho menos. Prueba de ello es el modelo 'Naomi' de Inmaculada García, un vestido corto de triple organza, con escote a la caja y tul plisado en la parte superior, mangas de tul y una falda de corte evasée. Para novias bajitas este tipo de corte es mucho más favorecedor.

Foto cortesía Inmaculada García

Independientemente de si te decantas por un vestido corto o largo es importante que le des un toque personal a tu look nupcial. Puedes apostar por un vestido largo como este modelo de Fara Sposa con encaje y escote de hombros caídos y combinarlo con un recuerdo personal. Unos pendientes, una tiara, o un elemento decorativo que tenga un gran significado para ti, así te sentirás realmente especial en el día de tu boda.

Foto cortesía Fara Sposa

¿Por qué escoger un vestido de novia corto? te preguntarás, ¡ojo a estas razones! Si tienes unas piernas de infarto ¿por qué esconderlas?, además si te casas en una zona con altas temperaturas podrás combatir el calor sin perder ni una gota de glamour. Saca tu lado más original, muestra unos bonitos y espectaculares taconazos con un vestido corto como el de Ana Torres. ¡Dejarás a todos con la boca abierta!

Foto cortesía Ana Torres

Si desde bien pequeña soñaste con convertirte en toda una princesa en el día de tu boda, no lo pienses, un vestido de novia largo convertirá tus sueños en realidad. Este diseño palabra de honor con detalles florales en la falda, de Ángel Sánchez, no podrá más que enamorarte.

Un consejo: tanto si te decantas por el corto como si escoges uno largo no te centres en la talla. No quieras entrar en una pequeña, es mejor que tengan que meterte después a que se te quede pequeño. Las tallas son solo números, lo importante es que tú te veas hermosa.

Foto cortesía de Ángel Sánchez

Si quieres pasar de lo tradicional, si te consideras una persona diferente, si para ti los vestidos de novia largos te resultan un disfraz incómodo, apuesta por un vestido corto como este modelo de Teresa Ripoll. Un sencillo vestido con escote redondo y encaje en el torso que te sentará genial y te aportará la comodidad que necesitas para sentirte brillar en el día de tu boda.

Foto cortesía Teresa Ripoll

Cuando vayas a escoger tu vestido de novia también tienes que tener muy en cuenta tu presupuesto. Un vestido corto siempre será más barato que el clásico de princesa. Si estás dispuesta a gastar un poco más, el modelo Marybeth de St. Patrick será tu look soñado. Un elegante vestido de novia de corte princesa con falda en garza valentina y cuerpo de tul, hilo bordado y cristales de pedrería.

Foto cortesía de Pronovias

¿Te casas por lo civil? Si es así un vestido de novia corto puede ser una gran opción. Apuesta por la sencillez y dale un toque diferente a ese día tan especial. Pasa de los velos y opta por un peinado sencillo, un recogido despeinado o incluso deja suelta tu melena con algún detalle decorativo. El modelo Campanilla de Cabotine con encaje y escote corazón puede darte ese toque romántico que buscas para tu ceremonia.

Foto cortesía Cabotine

Antes de escoger tu vestido de novia tienes que tener muy presente el entorno en el que darás el sí quiero. No es lo mismo hacer la ceremonia en una iglesia que en mitad de la playa, por lo tanto debes tener en cuenta, al menos, el tejido.

Si no quieres pasarlo mal escógelo acorde a la época del año. ¿Apuestas por el verano? Si es así y quieres lucir un vestido largo, el modelo 'Frida' de Jordi Dalmau puede ser una gran opción. Con un escote en 'V' de lo más sexy este vestido te dará un punto muy original en tu gran día.

Foto cortesía de Jordi Dalmau