Colores que triunfan en tándem: la magia del verde y el morado en los looks de invitada

Las mezclas imposibles funcionan y las firmas ponen todo su empeño en que así sea, ¿te atreves con el 'color block' más extremo de la temporada?

Por María Calvo

Con todas las miradas puestas ya en la nueva temporada, comprobamos cómo el color va ganando relevancia conforme se aproximan los meses más brillantes del año. Sobre la pasarela, la tendencia block inunda las propuestas de Emporio Armani, Versace o Prada, creando un cóctel explosivo que tiñe las prendas más festivas de la primavera. Sin embargo, son dos tonos, el verde y el morado, los que ahora se combinan sin miedo al qué dirán, en una especie de perfecta simbiósis con sabor a décadas pasadas. Este encuentro inesperado da lugar a los vestidos más sugerentes de la temporada, que ya han conquistado a las invitadas más elegantes, a influencers internacionales y a las diseñadoras que se divierten jugando con las infinitas posibilidades que les brinda la industria de la moda. Es el caso de Noela Rivera y Vanessa Datorre, la cara visible de Boüret. Tras el éxito de su última colección de novias, esta firma coruñesa lanza Quaintrelle Más, sus nuevas propuestas para invitada con un transfondo muy especial.

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Quaintrelle Más es la versión más entusiasta de un vestido con el que triunfar en bodas y eventos de temporada. Simboliza a una mujer que enfatiza una vida lleva de pasión a través de su estilo personal. Este dueto de creativas gallegas se inspira en las mujeres que formaron la Jet Set del siglo pasado, desde modelos a editoras de moda, muchas de ellas consideradas iconos de estilo. Cada uno de estos diseños tiene nombre propio, como es el caso de De Ribes. Este modelo de clara estética ochentera hace homenaje a una de las musas del siglo XX, Jacqueline de Ribes. Dicen de ella que fue la mujer más elegante de París, inspiración de Saint Laurent y una habitual de las fiestas de postín con las que se intentaba olvidar el recuerdo de la posguerra.

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Boüret recrea con su nombre un diseño de corte mini y drapeado en dupión de seda verde esmeralda. Si hay algo que lo define, es su volumen en la parte superior en forma de volante, un detalle que arrasó entre las celebrities a lo largo del año pasado y cuyo legado pretende perdurar también en 2019. Sin embargo, el detalle más especial de este diseño es un manguito en contraste que potencia la propia asimetría del diseño, en un color tan atractivo y en una mezcla tan poco usual como el morado. Este mix ganador también queda patente en otra de sus propuestas, el vestido Nan, en honor a Nan Kempner. Esta otra musa imperecedera fue el alma de las fiestas neoyorkinas del siglo pasado y se codeaba con Dior e Yves Saint Laurent con la misma facilidad con la que se convirtió en icono de moda. El vestido que la homenajea es un dos piezas, compuesto por un sobrevestido asimétrico y una minifalda que imitan un falso largo. Está confeccionado en dupión de seda, con una manga abullonada y unos contrastes que prometen hacerse los reyes de la nueva temporada.

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En la misma línea, Attico lanza una colección para invitadas que también se rige por las dimensiones XL. Los volantes y las mangas se hacen los dueños de la primavera y las prendas se tiñen de fiesta en base a estos dos colores. Las italianas Giorgia Tordini y Gilda Ambrosio, sus fundadoras, no tienen miedo a mezclar volúmenes, colores, larguras y conceptos, a priori, imposibles que, sin embargo, funcionan.

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A pie de calle también hemos podido comprobar esta tendencia al alza gracias a influencers como Paula Ordovás. Más conocida en redes sociales como My Peep Toes, la madrileña hace soñar a sus casi medio millón de seguidores con vestidos de invitada de ensueño. Fiel a los volúmenes arquitectónicos para eventos de etiqueta, también se atrevió con la mezcla de colores para uno de esos días maratonianos de pasarelas en París. Plumas y satén; verde, morado y azul; ¿alguien da más?