Barcelona Bridal Week 2012: El 'revival' dorado de Rosa Clará

El color oro, sorprendente protagonista de la pasarela Gaudí Novias

Por hola.com

La diseñadora Rosa Clará lo tenía claro: si la temporada pasada lo que se llevaba era el negro, en esta la tendencia absoluta va a ser el oro. Y no cualquier oro: al más puro estilo ‘revival’ ochentero (no en vano la sintonía encargada de abrir el desfile ha sido el legendario Gold! firmado en los años ochenta por Spandau Ballet), el único desfile de la primera jornada en la Barcelona Bridal Week se ha convertido en un auténtico derroche d’or, al que no han querido dejar de asistir algunos de los famosos más en boga del papel cuché. Desde Olfo Bosé, cuya boda junto a la modelo rusa Katerina Strygina ha sido portada del número de esta semana en la revista ¡HOLA!, a Carla Goyanes, que también contraía matrimonio civil con su pareja hace escasos días, la guapísima Fabiola Martínez o la periodista Sonsoles Suárez, que también pasará por el altar el próximo verano, las ‘novias Clará’ han contado con unos espectadores de excepción en su front-row, que han aplaudido como los que más frente los modelos más destacados de la colección 2012.

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Rosa Clará 2012

Claro que, lejos de impactar con el oro, que ha bañado desde las joyas y accesorios hasta los cinturones de charol, las aplicaciones de cristales, las espectaculares sandalias o el cabello de las modelos, con una original banda dorada, casi imperceptible, fijada sobre la raya lateral del pelo, lo que más ha sorprendido, y nada más lanzarse la modelo Carla Crombie a la pasarela, han sido los vestidos integrados en su línea ‘Minimal’: en un alarde de audacia, Clará incorpora a las tendencias de cara a la temporada que viene originales y novedosas creaciones inspiradas en el ‘take and go’, donde las faldas amplias de punto de seda se combinan con cuerpos muy simples a modo de sencillas t-shirts, con profundos escotes redondos, tirantes asimétricos y espaldas descubiertas. La sencillez de la idea sorprende y seduce a partes iguales, y se alza, ya desde el primer día, como una de las propuestas más llamativas de esta edición.

Junto al blanco puro del satén, el tul y el voilé de seda no han faltado otros tonos alternativos, que pintan una paleta de color muy diferente a la de la temporada pasada, cuando el austero negro se hacía dueño y señor de muchas firmas de novias: la casa catalana se aleja de la clásica línea princesa para adaptarse a una silueta mas nocturna y femenina, con vestidos de gran caída, detalles drapeados y cinturas muy marcadas, esta vez en colores como el oro, caramelo o nude.