Cibeles Madrid Novias: Duyos y Roberto Torretta

Vanguardia y tradición se han dado la mano gracias a los desfiles de ambos creadores

Por hola.com

Atrevida y sensual. Así es la novia que Duyos ha perfilado hoy sobre la pasarela de la Cibeles Madrid Novias de cara al próximo año: novias sofisticadas, que arriesgan y se alejan del tradicional vestido blanco para refugiarse en el el antagonista de este gran día – el negro. Desafiando a la mala suerte, el diseñador apuesta por delicadas y preciosistas creaciones alternando gasas, crépe y tejidos calados en color champán, a los que incorpora delicados detalles en negro: desde los altísimos zapatos de plataforma que se enroscan al tobillo, hasta los guantes de piel que llegan al codo, las capas de gasa sobre los hombros, los cinturones que estrechan la cintura o las cintas y lazos en forma de tirantes, el look Duyos para las novias de 2010 rompe con la estética tradicional, y hasta el maquillaje de las modelos, con labios en intenso gloss negro, recuerda a esta suerte de novia cadáver bicolor.
Junto al juego de color, la asimetría ha sido sin duda la segunda nota discordante del desfile: desde los minivestidos babydoll hasta el espectacular mono oversize con escote corazón, los trajes de novia de Duyos juegan al despiste con cintas que se cruzan sobre el pecho, descomponiendo cada creación en dos mitades, donde los drapeados, las texturas románticas, los volantes y los maxilazos recorren la silueta. Como broche final: el espectacular vestido de color negro, presentado por adelantado el pasado martes de mano de la modelo Priscila de Gustín en el hotel Urban de Madrid, en gasa plisada, escote asimétrico y larga cola.

El maestro de costura Roberto Torretta tampoco ha faltado a la cita de la capital con la moda nupcial, presentando su vestidos de novia para 2010 en la primera jornada de la pasarela. Patrones clásicos, que harán las delicias de las novias más tradicionales que busquen un vestido de novia ‘de toda la vida’, con líneas sirena, largas colas, escotes corazón, espaldas abiertas en uve, cuellos redondos y elegantes sobrevestidos de encaje con incrustaciones de cristal, son algunas de las propuestas del diseñador, que no renuncia a la clásica abotonadura descubierta y que en ocasiones apuesta por las capas de volantes como símbolo de extrema femineidad.

Las líneas sencillas y depuradas, con vestidos que encajan a la perfección sobre la línea del cuerpo, los encajes cuidados y las gasas fluidas marcan el punto y aparte dentro de la colección del diseñador.