El parto comienza con la dilatación del cuello del útero. Es necesaria para que el bebé pueda avanzar por el canal del parto (en nacimientos por vía vaginal).
Esta fase es diferente, según la mujer haya dado a luz antes o no. Así, en nulíparas (mujeres sin partos anteriores), “la dilatación empieza una vez que el cuello del útero se ha borrado”, explica la Dra. Anna Mallafré, ginecóloga y miembro de Doctoralia.
Hay dos fases en la dilatación, una fase lenta, hasta que el cuello del útero alcanza los cuatro centímetros de dilatación, y una fase rápida en la que se llega a la dilatación completa, que es cuando se alcanzan los 10 centímetros de dilatación. “La velocidad de dilatación media suele ser de 1,2 centímetros por hora, aproximadamente”, indica la especialista.
En mujeres multíparas (que ya han tenido más hijos) también se dan estas dos fases (rápida y lenta), pero con la particularidad de que el borramiento del cuello y la dilatación ocurren a la vez. Además, es un proceso más rápido, puesto que se dilata a una velocidad de 1,5 centímetros por hora, lo que acorta el proceso.
Antes de que la mujer haya dilatado por completo, se le administra, si así lo desea, la analgesia epidural para sobrellevar mejor el dolor de las contracciones, que serán monitorizadas en la mayoría de los casos para observar tanto su progresión como el estado del feto.