Apoyo y respeto incondicional
A partir de los dos-tres meses en adelante, esos bebés y niños pasan a tener unas necesidades ya no tan físicas (dormir, comer…) sino psicológicas. “Y éstas, claro, no son tan fáciles de satisfacer”, apunta la experta.
En esta etapa, comienza una nueva ‘aventura’. Sientan las primeras bases de su personalidad, empiezan a descubrir su verdadero ‘yo’… por lo que, desde la crianza natural, se insta a los padres a apostar por:
- El respeto a sus decisiones, dejando que se equivoque, y darle libertad.
- Apoyo. Los padres se convertirán en lo que Rosa Sorribas llama ‘campamento base’. Es decir, que sepa que los padres siempre van a estar ahí para ayudarle, pase lo que pase. Gracias a este apoyo incondicional, crecerá su autoestima, y se atreverá a hacer muchas más cosas.
Lee también: Cómo fomentar la autonomía en los niños