Puede ser normal en los primeros días de lactancia
“El amamantar a nuestras criaturas no debería ser doloroso”, asevera Sara Martín-Caro López. Más bien todo lo contrario. Tendría que ser una experiencia placentera tanto para la madre como para el bebé, pese a que, como bien señala Isabel Durand Rincón, hay que tener en cuenta que algunos pezones son más sensibles que otros, y el umbral del dolor es diferente en cada mujer.
No obstante, la matrona comenta que es cierto que, durante los primeros días de lactancia, tras el nacimiento del bebé, los pezones pueden irritarse, doler, a veces, aparecer grietas. Por tanto, podría considerarse un problema ‘normal’ “hasta que la mamá y el bebé se den un tiempo para aprender”.
Aun así, ambas coinciden en apuntar que, tras esta molestia, podrían esconderse diferentes causas que conviene analizar, y, por ello, se insta a consultar siempre con un especialista (como puede ser la propia matrona).
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