La sexualidad es considerada, cada vez, menos tabú en los hogares. Sin embargo, se siguen reproduciendo muchos de los errores de aprendizaje que los padres tuvieron en su momento, sobre todo, cuando se tratan las diferentes identidades sexuales. Por ejemplo, se suelen tratar los temas de la reproducción y de las relaciones, pero ¿dónde queda el placer como otro de los aspectos importantes de las relaciones?, ¿y el conocimiento de uno mismo o el respeto a la propia identidad sexual? Sobre esta última cuestión, hemos querido hablar con Marta Roldán, psicóloga sanitaria y terapeuta sexual en Clínicas Origen, para celebrar de algún modo la semana LGTBIQ y abordar esta crisis identitaria que suele aparecer en la adolescencia.

Y es que, en la actualidad, nos confirma la experta “existe una crisis de identidad a nivel general, lo que hace que muchas personas (y, sobre todo, los adolescentes) quieran encontrar una identidad en la que puedan sentirse representados”. Por eso, los padres “debemos ampliar el abanico de categorías al que estábamos acostumbrados por tradición y ofrecer una oportunidad de búsqueda para todas las personas”, lo que implica que hay un papel fundamental por nuestra parte de “dar visibilidad a todas las identidades, con el cuidado de no caer en etiquetas ni prejuicios”. Pero, cómo hacer esto, teniendo en cuenta todos los factores implicados, pues, en muchas ocasiones (y por error), la sexualidad se ha considerado ajena a otras áreas de la vida.

Consejos para ayudar a los hijos a asumir su sexualidad

En primer lugar, nos explica la psicóloga, “debemos respetar la sexualidad, desde la individual hasta la compartida y las diferentes orientaciones, que pueden ser muchas”. En este sentido, lo primero que nos plantea dudas como padres es saber cómo ayudar a nuestros hijos para que todo este proceso “no se vea como un problema”. A partir de aquí:

1. Generar un ambiente de comunicación fluida, desde la curiosidad y el descubrimiento; dejando fuera el miedo y la vergüenza.
2. Darles información contrastada, revisando tus propias creencias que, muchas veces, podrán ser la piedra en el camino.
3. Entender que todo esto es una parte más de la vida, que hay que vivir necesariamente desde el placer y con las prevenciones adecuadas.
4. No establecer juicios de valor. Es importante no juzgar e intentar comprender lo que nos cuenta nuestro hijo adolescente.
5. Dar espacio e intimidad para que él mismo pueda descubrir su propia sexualidad.

Sin embargo, un problema que suele venir asociado al no saber cómo actuar es que “los padres han sido educados con esquemas muy rígidos, que no ayudan en nada a afrontar esta situación”, nos cuenta la psicóloga. Por eso, también son importantes algunos consejos que deben tener en cuenta ellos de manera previa, como son:

1. Tratar el tema con naturalidad y desde la confianza.
2. Es importante que también ellos vean una oportunidad para aprender.
3. Contrastar la información antes de hablar con nuestros hijos, procurando no caer en el “yo lo sé todo de este tema”.
4. Echar mano de todos los recursos a nuestro alcance. Hay muchos libros y series que tratan muy bien este tema, pero también hay talleres y charlas que pueden ofrecernos las herramientas necesarias para comunicarse y acercarse a la sexualidad de sus hijos, como alternativa a la educación que ellos recibieron en su día.

Abordar la sexualidad y las diferentes identidades en el colegio

“No solo es bueno que lo aborden, sino necesario”, nos comenta rotunda la psicóloga, ya que, como hemos visto en el punto anterior, “en muchas ocasiones se carece de la información necesaria para ello”. Así, al igual que hay gente que te sabe transmitir los conocimientos de Matemáticas, Lengua o Ciencias Naturales, es fundamental que se puedan transmitir de una manera educativa los conocimientos sobre la sexualidad. “Es importante poder generar un buen desarrollo de esta área tan divertida, pues nos ofrece una gran calidad de vida”.

Además, nos cuenta, “en determinados contextos el bullying homofóbico sigue estando muy presente”. Un motivo mayor para que la escuela esté presente. Bien es cierto que “depende del contexto en el que el adolescente convive, tanto a nivel social como escolar, ambos son claves, tanto para la prevención como la detección e implementación de medidas”. Así, si el colegio al que llevamos a nuestro hijo o hija “es una institución que valida la ideología del rechazo a otra orientación sexual que no sea la heterosexualidad, el adolescente corre un gran riesgo de sufrir bullying”.