Padre dando de comer a un bebé©AdobeStock

Alimentación Infantil

¿Sabes que una buena comunicación puede ayudar a que tu hijo coma mejor?

Primero, a través de los signos y, después, con las palabras. Que nuestro hijo sepa decirnos qué es lo que necesita, nos ayudará a fomentar hábitos saludables

Durante la crianza, hay pocas cosas tan frustrantes como dedicar tiempo y esfuerzo en alimentar bien a los bebés, sin grandes resultados. Llegamos a situaciones en las que los niños se niegan a probar bocado, provocando momentos límite en los que no sabemos ni lo que ellos necesitan ni cómo actuar. Sin embargo, disponemos de una herramienta muy eficaz y poderosa para conseguirlo, la comunicación. Y nos preguntarás, ¿qué comunicación si mi bebé aún no habla? La comunicación mediante el lenguaje de signos.

Los expertos apuntan a la importancia de la comunicación a la hora de conseguir una alimentación saludable en nuestros hijos que perdure en el tiempo, algo que mejora nuestra interacción con ellos y puede ser fundamental. Así, nos lo confirma Francisco del Castillo, técnico nutricional de Nutribén, cuando nos dice que “es clave interpretar, sobre todo, las señales del ciclo hambre-saciedad de nuestros hijos. Son fácilmente reconocibles y cambian durante las diferentes etapas del desarrollo”. Primero, son signos; después, palabras sueltas. Una costumbre que “nos ayudará a no obligar a nuestros hijos a comer de más (lo que puede generar rechazo y sobrealimentación) o, todo lo contrario, a que sepan pedir más”.

Una comunicación que, en primera instancia, se basará en lo que se conocen como Baby Signs, con el que se le enseñan al bebé signos para comunicarse, y que tiene grandes beneficios. ¿Quieres saber cuáles? Hablamos con Vanessa Viaji, experta e instructora certificada en Baby Signs Language, para que nos explique por qué es tan importante.

Comunicarse con el bebé nos evita llantos, ‘pataletas’ y frustraciones

Es muy importante que la experiencia de comer sea algo agradable tanto para el bebé como para los padres. Esto es algo fundamental si queremos que nuestros hijos acaben desarrollando una buena relación con la comida. “Disfrutar de lo que se come y hacerlo en familia, muchas veces, es la base de una relación sana con la comida”, nos dice Vanessa Viaji.

Pero, en esta tarea, ¿por qué es tan importante comunicarse con el bebé?

Cuando un bebé no tiene poder de comunicación, está muy limitado a la hora de decir a sus padres que ya ha terminado de comer, que quiere un poco más o decirles que hay algo que no les gusta, que prefieren otro alimento. Sin embargo, que no sean capaces de transmitir todas esas cosas, no significa que no necesiten transmitirlas. Si conseguimos una buena comunicación con ellos, evitamos el obligarles a comer cuando ya no tienen hambre o que seamos nosotros y no ellos los que siempre elijamos qué comida le damos o, por ejemplo, no saber cuándo tienen hambre. La experiencia cambia completamente y la relación con la comida es mucho más positiva.

Si hay mala comunicación, ¿qué ocurre?

Cuando hay una mala comunicación o, directamente, esta no existe, tenemos bebés que lloran y se frustran, porque ya no quieren comer más y les obligamos, porque prefieren una manzana a un plátano o porque, como todos en este mundo, un día tienen mucho hambre y se quedan con ganas de más y otros, al revés, le damos demasiado. En todas estas situaciones, para los bebés la única opción es el llanto y los padres nos desesperamos por intentar averiguar qué quieren que les pasa y qué necesitan, complicándolo todo mucho más.

Beneficios de que nuestro bebé sepa comunicarse por signos

Por todo lo comentado, Vanessa Viaji nos resume los grandes beneficios que tiene saber comunicarse con un bebé a la hora de comer bien:

  • Seremos conscientes de cuando nuestro bebé tiene hambre, está lleno o tiene sed.
  • Se les otorga el poder de comunicar sus gustos y preferencias.
  • Reduce la frustración, los llantos y las rabietas.
  • Favorece la adquisición de la comunicación verbal.
  • Aumenta la autoestima y la seguridad en uno mismo.
  • Fortalece el apego seguro.
  • Favorece la capacidad de lenguaje oral y de aprendizaje de un segundo idioma por signos.

Consejos prácticos para mejorar la comunicación con el bebé

Mejorar la comunicación con un bebé, nos dice Vanessa Viaji, “pasa por usar e introducir en casa lo que se conocen como Baby Signs (signos de bebé), ya que la comunicación verbal no llega hasta que los pequeños se encuentran en el momento madurativo preciso, en el que puedan usar sus cuerdas vocales, junto a la boca, los labios y la lengua”. Son signos básicos y fáciles de aprender que señalan una necesidad concreta del bebé que veremos .

Hay que tener en cuenta que a los bebés, como niños que son, lo que más les gusta es jugar. Por eso, nuestra experta siempre recomienda que el vocabulario que se enseñe en las rutinas concretas de cada día sea importante, pero también lo sea el propio juego. Para ello, nos da algunos consejos y estrategias prácticas:

  • Jugar a dar de comer a los muñecos o, si al bebé le gustan mucho los animales, dar de comer a los animales. Poco a poco y con constancia, ellos van aprendiendo el vocabulario y, una vez comienzan a utilizarlo, entienden para qué sirve y el valor que tiene esa comunicación.
  • Respecto al vocabulario de comida, es importante comenzar con los signos más básicos: leche, comer, beber, he terminado y más. A partir de ellos, podrán transmitir sus necesidades alimentarias más básicas y, con ellas, evitamos, por ejemplo, el obligarles a comer más, que pase hambre y, sobre todo, que sientan que sus figuras de apego seguro, sus padres, les entienden.
  • La alimentación debe ser sana y equilibrada, ya no por razones de salud (que, por supuesto), sino para que vaya aprendiendo los diferentes nombres de frutas y verduras, de la carne, el pescado, etc. Cuanto más vocabulario tenga, más opciones tendrá.
  • Es importante, además, que a la hora de enseñarles los signos, lo hagamos en un contexto adecuado, en el que entienda qué le estamos diciendo. Por ejemplo, si está comiendo un puré, debemos signar puré, pero no podemos decirle todos los ingredientes, porque no se ven. No lo entenderían.
  • Además, podemos hacernos con libros, juguetes o sentar al bebé delante cuando comamos los adultos (si es que comemos separados) para que ellos puedan ver qué es lo que comemos, cómo lo comemos y cómo nos referimos a ello.
  • Por último, no podemos olvidarnos de que los padres debemos ser los primeros en dar ejemplo. Comer todos juntos en familia y que, a la hora de hablar o señalar un alimento, se signe, para que ellos aprendan y sepan que pueden comunicarse igualmente.