Estenosis pilórica bebés©AdobeStock

Salud Infantil

¿Qué es la estenosis pilórica y cuáles son los síntomas para detectarla?

No existe detección precoz ni manera de prevenirla (aparece a la cuarta semana de vida), pero puede haber una mayor predisposición por genética y sexo

Das de comer a tu bebé y, de repente, vomita. Fuerte y de manera frecuente. Que los bebés regurgiten un poco después de comer es normal, pero suele ser inocuo y no debería preocuparnos. Sin embargo, en algunos de ellos, aparecen vómitos explosivos que pueden ser causa suficiente para acudir con tu hijo al médico. Puede ser síntoma de muchas cosas, es verdad, pero también un claro signo de lo que se conoce como estenosis pilórica hipertrófica (EPH). Es una patología bastante rara, afecta a 1 de cada 500 bebés, y el por qué de su aparición, por el momento, es desconocido.

Si bien es cierto, se manejan ciertas teorías, como nos cuenta el Dr. Fernando Baixauli, pediatra del Hospital Vithas Castellón: “es una patología de causa desconocida, bajándose muchos factores, como los genéticos, los ambientales o una alta concentración de gastrina, por ejemplo”. Por tanto, sí que existe una clara predisposición familiar (hay un riesgo cinco veces mayor en parientes de primer grado), es más común en niños que en niñas, pero poco más se sabe. Por ello, “no hay ningún tipo de detección temprana”. Pero, ¿qué es y qué síntomas produce la estenosis pilórica?

Qué es la estenosis pilórica

La estenosis pilórica es un estrechamiento del píloro (la válvula muscular que está en la base del estómago, la válvula de salida) que, al volverse demasiado grueso, se atrofia y produce que la leche materna no pueda pasar a éste y seguir su camino por nuestro organismo. Es decir, se generan una serie de contracciones gástricas, por la disminución del conducto, que devuelve la leche hacia arriba.

Es una afección que aparece después de nacer y que no muestra sus síntomas hasta que el estómago deja de vaciar su contenido al intestino. Se trata de “una patología que afecta al tubo digestivo y debe ser tratada de inmediato”, nos cuenta el doctor, “ya que el bebé no obtiene los suficientes líquidos ni se nutre adecuadamente”.

Síntomas de la estenosis pilórica

Sus síntomas principales son todos derivados de no poder retener lo que ingiere y, como nos enumera el doctor:

  • Los vómitos proyectivos después de comer, de prácticamente toda la toma de leche, en lo que se conoce como “escopetazo” (cuando sale de la boca a gran potencia). Es independiente al tipo de lactancia, materna o artificial.
  • Por el primer síntoma, aparece este segundo: el bebé tiene hambre todo el tiempo.
  • Una menor cantidad de heces, llegando al estreñimiento y, además, puede aparecer mucosidad en ellas.
  • Deshidratación.
  • Pérdida de peso muy visible.

¿Por qué aparece la estenosis pilórica?

Es un problema médico que afecta al tubo digestivo y se da con mayor frecuencia a los bebés menores de 2-3 meses, suele aparecer a los 30 o 40 días de nacer, “sin poder prevenirlo de ninguna manera, pues la única forma de detectarlo es cuando comienzan los síntomas descritos”. Y es que, el por qué aparece nos lleva a prestarle atención a una serie de factores que sí sabemos se dan en esta patología, pero de la que desconocemos su causa concreta:

  • Es mucho más común en niños que en niñas, en un ratio de 4 a 5. Y más frecuente en varones primogénitos.
  • También es más frecuente en los niños de raza blanca o caucásica.
  • Se observa más en los niños con grupo sanguíneo 0.
  • Existe un gran aumento durante la primavera.
  • Los hijos con padres que tuvieron estenosis pilórica son más propensos a padecer esta afección.
  • Ciertos antibióticos o un exceso de ácido en la primera parte del intestino (duodeno) y ciertas enfermedades, como la diabetes, también aparecen en muchos casos.

Por tanto, su “etiología es multifactorial”, es decir, que dependerá de todos estos factores descritos, tanto hereditarios, como medioambientales y neurohormonales.

Tratamientos de la estenosis pilórica

En un primer momento, lo importante es “la hidratación y la corrección de las alteraciones electrolíticas”, realizar una ecografía abdominal después y, posteriormente, dilatar el píloro con una intervención quirúrgica que deja intactas “toda la mucosa y separa las fibras musculares que integran el píloro, que son las que se engrosan y producen la disminución del tubo digestivo”.

Como nos cuenta el Dr. Fernando Baixauli, “la cirugía y, en concreto, la Piloromiotomia de Ramstedt es, desde 1912, lo que llamamos el gold standard de tratamiento”. Es decir, que no existe de momento ninguna otra alternativa. Solo cuando no es posible su realización, “se intenta una dilatación endoscópica con balón”.

La recuperación tras ella, sin embargo, “es completa y rápida”, pudiendo empezar de nuevo con la alimentación normal a las 10-12 horas después de la cirugía y aumentando progresivamente la cantidad. No obstante, nos recalca el doctor, “es posible una recidiva por reobstrucción del canal pilórico”, es decir, que vuelva a obstruirse, pero no es lo habitual.

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