Rosa López debuta como escritora. La cantante, que se encuentra preparando nuevo disco, ha decidido sacar al mercado próximamente su primer libro, Rosa…¿de qué?, basado en sus reflexiones personales. “Hace tiempo, le conté a Joaquín Sabina que había estado escribiendo un libro que tenía parado desde hace seis años. Me dio la idea del título, me gustó mucho y volví a retomarlo hace poco”, desvela a Hola.com la ganadora de la primera edición de Operación Triunfo. “Como alguien puede pensarlo, quiero dejar bien claro que no se trata de una autobiografía, aunque quien lo lea podrá entrever muchas de las cosas que me han ido ocurriendo a lo largo de estos últimos años. Lo que estoy haciendo es plasmar en papel mis reflexiones diarias, mis sentimientos, mis sensaciones y mis ilusiones. Si todo esto sirve para ayudar a otras personas, estupendo. El mensaje, al fin y al cabo, es que, cuando alguien quiere algo en la vida, tiene que luchar para conseguirlo. Todos los sueños se pueden hacer realidad con ilusión y esfuerzo”. Uno de sus ilusiones es la de probar suerte, algún día, en el mundo de la interpretación: “Me encantaría ser actriz, no lo niego. Un proyecto estupendo sería, por ejemplo, una película con mis excompañeros de OT, con quienes me llevo muy bien y mantengo contacto por teléfono. Estoy convencida de que sería un éxito”.
Centrada en su nueva faceta profesional y en la música - “sacaré el próximo año un nuevo disco muy cuidado”- , Rosa asegura que, en la actualidad, no se encuentra enamorada, a pesar de que la semana pasada fue fotografiada a la salida de un restaurante con su entrenador personal, Eduardo Mena, a quien ella define cariñosamente como su “grandullón, guía de vida sana y amigo”. Ante los rumores que circulan en los últimos días sobre la posibilidad de que entre ambos existiera algo más que una amistad, aclara: “Eduardo y yo no somos novios. Es el mejor entrenador y mi mejor amigo. De ahí que nos abracemos mucho. Ahora mismo tengo mucho trabajo y me tengo que olvidar de los noviazgos”.
Respecto a su nueva imagen, más estilizada que nunca y con una melena larga y lisa, Rosa nos dice que “son unos cambios que no están pensados sino que surgen por casualidad, porque tengo un pelo muy rebelde y siempre intento encontrar un peinado con el que sentirme cómoda” y desvela que su pérdida de peso - cuarenta kilos desde que salió de la Academia como Rosa de España- se debe a que “me he ido quitando unos cuantos caprichos y he aprendido a comer alimentos sanos; ahora estoy en unos setenta o setenta y dos kilos, que he conseguido prácticamente sin hacer dieta”.
Haciendo balance de estos últimos once años, la cantante granadina confiesa que “con la pérdida de mi padre viví un profundo bache personal y profesional, me costó mucho recuperarme” y asegura: “Ahora tenéis delante una nueva Rosa, una mujer más madura que mantiene en su interior las cosas buenas que le hacen feliz y que ahora procura mejorar las malas. La vida nos hace vivir a veces situaciones negativas, pero hay que aceptarlas y sobrellevarlas lo mejor posible y con el cariño de los seguidores que aún me siguen parando en la calle, aunque reconozco que no con la efusividad que lo hacían cuando era una adolescente y acababa de salir de OT".
