David Bisbal, Pablo Alborán, Manolo García, Malú o Jamie Cullum, amigos, compañeros y auténticos 'animales de escenario' ayudaron ayer a Alejandro Sanz a 'reconquistar' Sevilla. El cantante volvió a su tierra adoptiva, aquella que lleva en el corazón allá por donde va, para sorprender a sus fans con un concierto único con el que logró enamorar a las más de 20.000 asistentes, porque la gran mayoría fueron mujeres que corearon todas las letras.
Incluido en su gira La música no se toca, el último trabajo discográfico de Sanz y su noveno disco de estudio, el cantante echó el resto en el escenario, al que horas antes se subía para ensayar y dar los últimos retoques acompañado por su hijo Dylan, que estuvo jugando con David Bisbal, quien interpretó junto a Sanz en el concierto el tema Mi soledad y yo.
Bajo un impresionante despliegue de luces acompañadas por un repertorio de imágenes perfectamente elegidas y con una banda que demostró dominar por igual todo tipo de ritmos desde el funky, al rock pasando por el flamenco, Alejandro demostró por qué es el artista español más laureado de la historia de los premios Grammy Latinos.
Entre el público, un gran fan, Alfonso Diez, quien sin la compañía de su esposa, la Duquesa de Alba disfrutó como uno más del impresionante concierto que el cantante ofreció en el Estadio de La Cartuja de Sevilla. Doña Cayetana, a quien seguramente le hubiera gustado estar allí, aún continúa guardando reposo tras ser intervenida el pasado de abril de una rotura de fémur. Alfonso, por su parte, se mostró muy cercano y no dudó en posar en el photocall, admitiendo que su canción preferida de Alejandro era Corazón Partío.
El cantante interpretó 18 temas, llegando a enfervorizar a sus fans cuando invitó a subir al escenario a Pablo Alborán, a quien Alejandro calificó como "la última joya de la corona". Disfrutando con el calor del público e instando a luchar a sus fans por conseguir sus sueños, aunque a veces parezcan utópicos, el cantante confesó antes de salir a comerse el escenario que ya tiene casa en Madrid para vivir en España y aseguró que enseña a su hijo, de un año y 8 meses, la cultura andaluza, de donde es su familia.
El artista español, quien ha asegurado que hará una visita a Alcalá de los Gazules, la ciudad gaditana en la que residía su madre antes de su fallecimiento en abril del año pasado, hizo una mención especial a las asistentes que han dormido ante el estadio desde el domingo para obtener un buen lugar ante el escenario, la zona más cara, por la que pagaron 80 euros.
La gira de Sanz por España acaba el 11 de agosto, cuando actuará en Cádiz, concierto que, ha vaticinado, será "memorable", igual que la fiesta posterior, porque, entre otros motivos, de la provincia gaditana también era su padre y por ella Sanz siente un cariño especial.
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