Con un vestido rojo, uno de sus colores favoritos, y las emociones a flor de piel, como no puede ser menos, Luz Casal se reencontró con su público en el teatro Juan Bravo de Segovia. Sus incondicionales ya había agotado hace tiempo las entradas para arroparla en una velada con mucho significado, ya que es la primera vez que coge el micrófono tras superar por segunda vez un cáncer de mama. “De sobra está decirlo pero lo voy a hacer, en fin, hoy es un día muy especial para nosotros, para mí…” dijo con la voz entrecortada y las lágrimas a punto de brotar de sus ojos.
Su voz sonó tan personal como siempre en los temas de su último trabajo La pasión, con el que estaba de gira cuando tuvo que entrar en el quirófano por segunda vez. “Muchísimas gracias por venir y muchas gracias por darnos la oportunidad de estar de nuevo en este teatro donde siempre hemos sido muy bien recibidos, muy bien acogidos” añadió tras la ovación recibida con su bolero Mar y cielo. Rufino, Loca y No me importa nada, entre otros, fueron algunos de los temas que fue desgranando la artista.
El pasado 31 de diciembre, Luz apareció de forma inesperada en la gala de Nochevieja del Palacio Real y ahora Segovia ha sido la primera parada de una gira que vuelve a rodar tras haber sido suspendida en el mes de mayo de 2010. El próximo 4 de febrero participará en un recital benéfico en el Madrid Arena, con motivo del Día mundial contra el cáncer. Luz Casal se ha convertido en todo un ejemplo de lucha y fortaleza. En 2007 los médicos le diagnosticaron por primera vez la enfermedad y, tras meses de tratamientos, volvió a los escenarios con mucha más fuerza y pasión contando su experiencia en un disco titulado Vida tóxica. Una fortaleza que ha vuelto a demostrar con creces.
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