Este año, Paulina Rubio ha recibido por adelantado su regalo de Navidad con el nacimiento de su primer hijo. La cantante mexicana y su marido, Nicolás Vallejo-Nágera, nos presentan esta semana en las páginas de la revista ¡HOLA! al pequeño Andrea Nicolás, un niño sano que ha colmado de felicidad a la pareja. Consciente de que no todos han tenido la misma suerte que ellos, y de que siempre es mejor dar que recibir, la 'chica dorada' quiso esta semana visitar una residencia para niños y adolescentes enfermos en Miami.
En la que ha sido su primera aparición pública tras su maternidad, la artista se desplazó hasta la Golden Glades Baby House, un hogar para niños con parálisis cerebral, sida, espina bífida o epilepsia. Vestida de negro y con la melena suelta, la intérprete de Ni una sola palabra saludó cariñosamente a los pequeños, posó con ellos y les firmó autógrafos y camisetas. Además, Paulina ha contribuido a mejorar las instalaciones del centro, ayudando a la rehabilitación de un baño para adaptarlo a las necesidades de los residentes en silla de ruedas.
La Golden Glades Baby House es un centro de la United Cerebral Palsy Association, que sirve a más de 1.300 bebés, niños y adultos con discapacidades de desarrollo en más de 60 localidades en Miami-Dade, Broward y Palm Beach. Sus programas y servicios están diseñados para satisfacer las necesidades especiales de cada individuo y su familia con un objetivo común: permitir a las personas con discapacidad alcanzar su mayor potencial y lograr para ellas una vida gratificante y productiva con la participación plena de los miembros en sus comunidades.
