Nuria Fergó se confesaba "muy nerviosa" a su llegada a la capilla de Santa Ana en el Palacio de la Almudaina, en Palma de Mallorca. Minutos antes de contraer matrimonio con José Manuel Maíz, hacía su aparición radiante y del brazo de su padre y padrino, que no podía disimular su emoción. Como manda la tradición, el novio llegó un rato antes a este enclave lleno de historia: un edificio de origen romano, que sirvió de residencia a los valíes musulmanes. Actualmente es utilizado como museo y por el Rey de España como residencia oficial para las ceremonias de Estado y recepciones durante el verano, cuando la Familia Real disfruta de sus viajes vacacionales a la Isla.
Lo mismo hicieron los invitados, entre los que se encontraban Lorena Bernal y su novio, Mikel Arteta, que pronto también pasarán por la vicaría. En un día tan especial tampoco podían faltar las amigas y compañeras de profesión de la novia. Muy guapas posaron juntas las ex triunfitas, Rosa López, Gisela y Chenoa, que acudió a la boda sin su actual pareja, el también cantante David de María, que hace poco confirmaba su relación besándola sobre un escenario.
Una vez concluída la ceremonia pudimos ver a una Nuria mucho más relajada y sonriente. En su gran día, lució un elegante vestido de Pronovias con escote palabra de honor, que combinó con un bonito velo prendido de un recogido bajo, y a modo de ramo un pequeño bouquet de rosas blancas. Como único complemento llevaba unos discretos pendientes y su alianza de casada. Esta misma semana, la cantante confesaba a la revista ¡HOLA!: “No quiero que cuando la gente me vea diga: “Qué vestido más bonito”; quiero que piensen: “Qué guapa va la novia”. Y parece ser que lo ha conseguido.
Ya convertidos en marido y mujer, los contrayentes brindaron con champán por su felicidad y regalaron a los reporteros allí apostados su primer beso de recién casados.
