2009 deja un gran legado de momentos felices a Mariah Carey. Hoy la vida le sonríe y ella la corresponde. La artista apura los últimos días del año celebrando con una sonrisa cada éxito. Del brazo de su inseparable marido, Nick Cannon, el amor, y en los escenarios, los profesionales.
Estos últimos llevaron a la pareja al Festival Internacional de Cine de Capri. Y es que Mariah Carey compagina la promoción de su nuevo disco, Memorias de un ángel imperfecto, con la de su segunda película, Precious. Una dramática historia en la que la cantante y actriz, que comparte cartel con Lenny Kravitz, interpreta a una asistente social. Si bien en la cinta Glitter, una de sus primeras incursiones en el cine, Carey no alcanzó el éxito esperado, ni de taquilla ni de crítica, en esta última ha cosechado muy buenas críticas. Y las musicales llegarán en breve ya que también está a punto de comenzar su primera gira americana en más de tres años, que dará comienzo el 31 de diciembre en el Madison Square Garden de Nueva York y concluirá en febrero en La Perla, teatro de Las Vegas.
Mariah Carey y su marido volvieron a mostrarse a partir un piñón en la 14ª edición del Festival de Cine de Capri. La artista, explosiva con un vestido de lentejuelas rubí y una estola de piel, se deshizo en carantoñas hacia su esposo, mientras él se prodigaba igualmente en mimos. La pareja, cuya precipitada boda sorprendió a muchos, se muestra cada día más unida, tanto que están pensando ya en aumentar la familia, como han explicado recientemente. 2010 promete.
