Queda poco más de un mes para que dé comienzo la esperadísima gira de Britney Spears. Aunque el año pasado con motivo del lanzamiento de su disco Blackout hizo algunas actuaciones en pequeñas salas, la princesa del pop abandonó los macro conciertos en directo cuando se casó con el bailarín Kevin Federline y tuvo a sus dos niños. Por eso esta gira es tan importante, ya que será la primera tras la de Onyx Hotel Tour, en verano de 2004, hace casi cinco años.
Britney está dispuesta a dar lo mejor de sí misma y por eso pasa horas ensayando las coreografías que acompañarán a los temas de su último trabajo, Circus. La artista ha difundido a través del que se ha convertido en su medio de comunicación habitual, su página web, las imágenes de su cuerpo de baile y de ella misma, mucho más esbelta gracias al ejercicio, perfeccionando los detalles.
Será el próximo 3 de marzo en Nueva Orleans cuando se comprueben los resultados de su esfuerzo, una labor en la que estará acompañada por otro joven y provocativo grupo de mujeres The PussyCat Dolls y tal vez, si esta acepta, por Madonna, con la que recientemente compartió escenario. Su tour visitará 31 ciudades de Estados Unidos, para luego trasladarse a Londres, única parada en Europa.
