Fue hace casi un año, un 20 de junio, cuando Justin Timberlake y Jessica Biel decidieron dejar de jugar al despiste y hacer público su noviazgo. Después de meses de rumores y comentarios, unas imágenes de la pareja paseando por las calles de Oslo, donde Justin estaba de gira, fueron la mejor prueba de que entre ambos existía algo más que una buena amistad. Han pasado doce meses en los que la máxima para los dos artistas ha sido la discreción, puesto que no se prodigan en exceso en actos públicos y cada uno sigue centrado en su carrera.
Como si fuera una conmemoración del mencionado aniversario, Justin y Jessica salieron a cenar por Los Ángeles con Lynn Harless, la madre del cantante, una velada en la que las coincidencias con aquella son, cuando menos, curiosas. Entonces también les acompañaba Lynn, con quien la actriz parece mantener una cordial y cercana relación, y además Jessica eligió el mismo vestido rojo y blanco para ambas noches, un modelo veraniego que en esta ocasión completó con un pañuelo y una cazadora para protegerse de las bajas temperaturas nocturnas.
Sin planes de futuro La mejor prueba de que el noviazgo está consolidado son las declaraciones de los implicados, en concreto las que hizo Justin en el programa de Jay Leno, donde, con una gran dosis de humor, aseguró que siguen muy felices aunque de momento sin planes de futuro -se ha dicho que estaban preparando su boda e incluso se habló de un posible embarazo. "¿Comprometido? ¿Con qué? Ahora sólo estoy comprometido en esta conversación contigo" explicó y añadió: "No estoy comprometido ni embarazado". Su historia de amor surgió después de la ceremonia de entrega de los Globo de Oro, en enero, en una de las múltiples fiestas que se organizan y donde se les vio hablando animadamente. Jessica fue la que consiguió devolverle la sonrisa al intérprete, que acababa de romper con la también actriz Cameron Díaz.
Si en el amor les va todo, viento en popa, como se suele decir, en el trabajo tampoco se pueden quejar. Justin Timberlake ha sido uno de los colaboradores de lujo en el último disco de Madonna, Hard Candy, junto a la que ha grabado el tema Four minutes. Está a punto de estrenar también una comedia, The love guru, en la que comparte cartel con Mike Myers y Verne Troyer. Por su parte, Jessica Biel está rodando Nailed, una cinta en la que también figuran Jake Gyllenhaal y James Marsden.
