El ajetreo de la promoción de su nuevo disco Hard Candy obligará a Madonna a hacer muchos viajes en los próximos meses. Tal vez por eso la artista aprovecha todo el tiempo libre que tiene actualmente para estar con las personas más importantes de su vida: su marido y sus hijos, Lourdes María, Rocco y David. Fue precisamente a ellos tres a los que se llevó a cenar a uno de los mejores restaurantes de Londres, San Lorenzo, donde disfrutaron de una velada muy tranquila y familiar en la que sólo faltó el marido de la cantante, Guy Ritchie.
Lourdes María, de doce años e hija de la artista y el bailarín Carlos León, y Rocco, de ocho que nació de su matrimonio con Ritchie, se llevan a la perfección como demostraron jugando en el asiento trasero mientras se dirigían al restaurante. Más tranquilo estaba David, de dos años y medio, el niño que Madonna adoptó en Malawi, que fue todo el camino sentado en el regazo de su madre. En principio, estaba previsto que este mes de abril las autoridades del país africano dieran el visto bueno definitivo a la adopción, una cita que, según algunas publicaciones, podría haberse retrasado hasta el mes de mayo.
Madonna ha sido noticia estos días además por un reciente estudio genealógico que relaciona a sus antepasados con los de la también cantante Celine Dion y la esposa del príncipe Carlos de Inglaterra, Camila Parker Bowles. Según el informe publicado por la web ancestro.co.uk, las tres son descendientes de un carpintero francés llamado Zacharie Cloutier.
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