Mariah Carey, los caprichos millonarios de una diva del pop

Por hola.com
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Su genio musical les hace ganar millones de dólares, una fortuna que convierte la apetencia más cara en algo normal. Comida exótica, lujosos alojamientos y medios de transporte son algunas de las exigencias habituales de cantantes y actores. Sin embargo, hay algunas estrellas que van más allá y no se avergüenzan de sus caprichos, incluso admiten, con la boca pequeña, que en ocasiones piden demasiado. Este es el caso de Mariah Carey que asegura: "Creo que soy una diva en muchos sentidos. Puedo ser difícil y un poco rígida acerca de lo que quiero, sin embargo no creo que esté pidiendo demasiado". ¿Tiene razón?

  • Coloca once guardaespaldas alrededor de su mesa mientras cena para que nadie la vea comer.


  • En una firma de autógrafos, pidió una mesa de anticuario, valorada en 50.000 libras (63.500 euros), cubierta con un paño de seda y un trono donde sentarse, que costó 1.000 libras (más de 1.200 euros), rodeado de rosas y mariposas.


  • Canceló una entrevista en la radio a primera hora porque la noche anterior su cena se había alargado hasta las tres de la madrugada. La razón que dio fue que "no soy una persona que madruga".


  • Exigió a un hotel que le montara un gimnasio, con aparatos por valor de 10.000 libras (12.700 euros), junto a la suite que ocupaba. Además reservó todas las habitaciones del ático, planta en la que ella se alojaba, para tener mayor privacidad.


  • En uno de sus viajes a Londres, estuvo dando vueltas alrededor de su hotel en limusina hasta que le pusieron una alfombra roja y velas en la entrada.


  • Tras aceptar un papel en un filme independiente y de bajo presupuesto, le comunicaron que tendría que viajar en segunda clase hasta el lugar del rodaje, dados los escasos medios económicos de la producción. Ella aceptó, pero reservó el resto de asientos de segunda clase así que viajó sola en la cabina.


  • Su perro terrier Jack Russell viajaba en primera clase, con su propio asiento, hasta que fue demasiado grande. Ahora va en un jet privado o en un Mercedes.


  • Una vez se llevó cien pares de zapatos para un viaje, momento en el que normalmente la acompaña una troupe de quince personas, entre guardaespaldas, estilistas, peluqueros, publicistas y managers.


  • Evita hablar con cualquiera dos días antes de un concierto, comunicándose solamente a través de notas. Una vez aseguró que quería una máquina como la que tiene Stephen Hawking para así no tener que escribir.


  • En la grabación de uno de sus vídeoclips, quiso que la llevaran por todo el set en brazos porque los zapatos le habían hecho daño. "Los tacones tan altos hicieron que me sangraran los pies" comentó.