Alejandro Sanz ha regresado ya a Miami después de unas relajadas y familiares vacaciones en España, coincidiendo con las fiestas navideñas. El intérprete ha descansado y repuesto fuerzas para continuar su exitosa gira por diversos países de Latinoamérica y por Estados Unidos, donde presentará los temas de su último trabajo El tren de los momentos. Durante varios días disfrutó de la finca que ha comprado en Extremadura, un reducto de paz donde celebró la llegada del nuevo año rodeado de la gente que le quiere.
Por supuesto en ese grupo se incluye su actual novia, Raquel Pereda, con la que sale desde hace casi dos años. La pareja se ha vuelto inseparable, no en vano trabajan juntos, aunque siempre han intentado mantener su noviazgo al margen del público. Siguen felices e incluso han comenzado ya a surgir los primeros comentarios acerca de un futuro enlace, dado lo consolidada que está su relación. Esta es una cuestión que los interesados ni han tratado.
Raquel le devolvió la sonrisa a Alejandro en un año que no había sido nada fácil para el artista. El juicio contra sus ex empleados, la expectación despertada cuando se hizo pública la existencia de su hijo Alexander (nacido fuera de su matrimonio con Jaydy Mitchell) y su baja médica por estres fueron momentos en los que Raquel permaneció a su lado, convirtiéndose en uno de sus principales apoyos.
