La adopción de David, hijo de Madonna, en peligro

Para que el proceso sea oficial falta la autorización de un funcionario africano, trámite que se ha visto envuelto en una gran polémica

Por hola.com

El proceso de adopción del bebé de Malawi que Madonna comenzó el año pasado vuelve a estar en el punto de mira. El único requisito que falta para que David, de sólo dieciocho meses, sea oficialmente hijo de la cantante y su marido Guy Ritchie es la aprobación del expediente por parte de un agente de los servicios sociales del país africano. Para que esto ocurra, dicho agente, designado en su momento por el mismo tribunal que otorgó la custodia temporal del niño a la cantante, tendría que hacer dos visitas a la pareja para comprobar si sus condiciones de vida son idóneas. El encargado de evaluar al matrimonio es el director de los servicios sociales de Malawi, Mr. Kilembe, que tenía previsto viajar a Londres este mes de agosto. Sin embargo, Kilembe afirmó que el gobierno de su país le había prohibido viajar a Inglaterra para cumplir su cometido por lo que todo el proceso podría truncarse.

La historia se complica aún más con las declaraciones de la responsable del ministerio de la mujer y la infancia, Kate Kainja, que asegura que la negativa a Kilembe la provocó su falta de objetividad. Y es que, según Kainja, el funcionario aceptó que la diva del pop pagara los gastos del viaje. Se supone que la familia tiene que hacerse cargo del coste de todo el proceso, aunque en este caso particular este desembolso no fue autorizado por el gobierno, por lo que en algunos medios se ha llegado a utilizar la palabra soborno. La ministra asegura que mandarán a otro funcionario aunque, para, si cabe, alimentar más la expectación en torno al caso, un abogado de derechos humanos ha especulado que quizá el tribunal no acepte su declaración. "El juez no escuchará a nadie más que a la persona que él designó", asegura Justin Dzonzi.

Documentos comprometidos
La representante de Madonna, Liz Rosenberg, se ha encargado de desmentir todas estas informaciones y asegurar que el proceso continúa con normalidad. Se ha comentado además que, intentando salvar su faceta más maternal, la artista estaría intentando evitar la publicación de documentos un tanto comprometidos. Una serie de cartas y fotografías que muestran su lado más atrevido y que envió, en la década de los noventa, a su entonces novio, James Albright, podrían salir ahora a la luz, algo que la diva quiere evitar.

Si se cumplieran los peores presagios, la permanencia de David en la familia Ritchie correría peligro ya que, de no hacerse oficial la adopción, el niño volvería al orfanato de Malawi. Desde el principio, la decisión de Madonna de acoger al bebé causó ampollas entre diversas asociaciones de defensa de derechos humanos, que argumentaban que es ilegal que una extranjera adopte en Malawi. No obstante, el proceso siguió adelante e incluso la artista regresó en primavera al que fue hogar de su tercer hijo en África con su hija mayor, Lourdes.