Rod Stewart y Penny Lancaster nos muestran por primera vez a su hijo, Alastair

Por hola.com

Cuando el cantante Rod Stewart y su prometida, la modelo Penny Lancaster, miran con adoración a su bebé, arropado en su cuna, la imagen es la de una satisfacción de familia muy dichosa. Y es, en efecto, un exacto reflejo de la vida en la casa de Stewart, ya que la legendaria estrella del rock confiesa que las cosas ‘son ahora mismo tan perfectas como podrían ser’.

La Navidad llegó temprano este año para Rod, de sesenta años, y para su radiantemente bella prometida, Penny, de treinta y cuatro, con el nacimiento de Alastair, el primer hijo de ambos, el pasado 27 de noviembre. ‘Sin duda, éste es el mejor regalo de Navidad que podríamos tener, pero aún estoy esperando ver si tiene un buen pie derecho’, bromea Rod, un fanático del fútbol, guiñando un ojo.

El veterano rockero está tan encantado con el nacimiento como Penny, y mientras se cogen de las manos y hablan del bebé, la calidez de sus bromas es cautivadora. ’Rod siempre está examinándole y puedo ver que Alastair ya muestra muchas características de su papá: cuando están dormidos ambos, tienen unas caritas muy graciosas’, ríe Penny.

Pero la llegada de Alastair al mundo tras más de doce horas de parto, dos de las cuales transcurrieron en una piscina especialmente adaptada, no fue cosa fácil. Hubo un momento de pánico justo después de que saliera la cabeza del bebé, cuando los médicos se dieron cuenta de que el cordón umbilical estaba enrollado estrechamente alrededor de su cuello. ‘En realidad, estaba alrededor de su cuello no una vez, sino dos’, se estremece Rod al contarlo. ‘Pero los doctores fueron increíblemente rápidos y lograron quitarlo en unos segundos.

Por suerte, todo lo demás transcurrió sin problemas, y la extasiada pareja regresó a su hogar celebrando la llegada de Alastair, un bebé muy sano, que pesó 3,376 kilos, sólo treinta y seis horas después de nacer.

Respecto a Rod, ésta fue una experiencia muy diferente de los nacimientos de sus otros cinco hijos —Kimberly, que ahora tiene veintiséis años, y Sean, de veinticinco, con su primera esposa, Alana Hamilton; Ruby, de dieciocho, con su ex novia Kelly Emberg, y Renee, de trece, y Liam, de once, de su matrimonio con su segunda esposa, Rachel Hunter—. Esta ocasión de ahora, explica, fue un acontecimiento en el que ‘participé mucho’. ‘Estuve justo allí, mucho más involucrado, durante todo el tiempo. Fue increíble’, dice.

Doce meses llenos de acontecimientos
Acurrucados juntos en su recién decorado salón, con grandes y mullidos sofás, Rod y Penny están tomando el té en delicadas tazas de porcelana y escuchando música clásica. Es una escena muy tranquila, y Rod está claramente a gusto. Su encanto de muchacho y humor perspicaz a menudo hacen que Penny se muera de risa. Su actitud desmiente su edad, y la muy comentada diferencia de veintiséis años de la pareja parece irrelevante. Mirando a Penny, con su semblante impecablemente natural y su envidiablemente esbelta figura, cuesta creer que ha dado a luz hace muy poco. Pero al contemplarla mordisqueando unas galletas de chocolate, es evidente que la dieta no es su prioridad. ‘De hecho, ahora como más que cuando estaba embarazada. Necesitas hacerlo cuando estás dando el pecho. Creo que recuperé muy pronto mi figura porque estuve muy en forma justo hasta el momento del parto’.

Para Rod y Penny han sido doce meses llenos de acontecimientos. Fue justo hace poco más de un año cuando, para sorpresa de Penny, Rod sugirió que intentaran formar una familia. Luego, en marzo, Rod la llevó a un viaje de cumpleaños a París y le regaló un anillo de compromiso valorado en 29.400 euros en lo alto de la torre Eiffel. Pocas semanas después, a principios de la exitosa gira mundial del cantante, Penny quedó embarazada justo cuando el álbum de Rod Great American Songbook III alcanzaba el primer primer puesto del ‘hit-parade’ y le premiaban con su primer Grammy. Ahora, con el final de su gira a la vista y su vuelta a casa con su hermoso bebé, su felicidad es completa.

Rod y Penny hablaron en exclusiva con ¡HOLA! de todo lo que rodeó el nacimiento, mientras presentaban al bebé, Alastair, al mundo.

—¿Dónde estaban cuando Penny se puso de parto?
PENNY.—Fue el viernes veinticinco de noviembre, muy temprano, por la mañana, cuando rompí aguas. Me dije: ‘Relájate, vuelve a dormirte y espera a ver lo que pasa’. Yo siempre había querido que me hicieran un molde de la tripita antes de dar a luz, y le dije a Rod: ‘Deprisa, ¡tenemos que ir ahora o llegaremos demasiado tarde!’. Y Rod dijo: ‘Pero has roto aguas, deberíamos ir al hospital ahora, eso es lo que dice el libro’.