--Por supuesto. Conozco ambas cosas. Así como sé, por mi hija, lo que es el amor puro, también he conocido muchas veces el desamor. Digamos que he amado muchas veces y que también eh sufrido por amor.
Pidiéndole a Dios
--"A Dios le pido" fue tu primer gran éxito en todo el mundo.¿Le pides de verdad cosas a Dios?
--Todos los días. Le pido por mi hija, le pido por los míos, le pido por mi país... Por supuesto que todo no se resume en pedir... también sé dar gracias. Rezo, y también hablo todas las noches con mi padre, que falleció hace doce años.
--¿Cuándo entraste en el mundo de la música?
--De niño. A los siete años más o menos empecé a tocar la guitarra con mis hermanos y con mis padres. Y, a los quince, entré a formar parte de "Ekhymosis" una banda de rock de Colombia. Once años después de esto, inicié mi carrera como solista.
’De mi sangre’
--Tu último álbum se llama "De mi sangre"¿Por qué este título?
--Porque es un trabajo en el que se habla mucho de lo que yo soy, de mi esencia, de mi hija, de familia y de mis sueños. Y todo eso es... la sangre, la raíz de mi vida.
-Estás en la cresta de la ola. ¿Te has parado a pensar alguna vez que, cuando se está en todo lo alto, se corre el peligro de que la espuma y las burbujas del éxito se puedan subir a la cabeza?
--reconozco que se puede correr ese peligro. Pero, al mismo tiempo, pienso que si se recuerda bien el camino que has tenido que recorrer para llegar a donde estás, no tiene por qué pasar eso. Yo llevo en la música 17 ó 18 años, y me ha costado muchísimo llegar a donde estoy. En consecuencia, lo valoro todo mucho y lo cuido mucho, a la vez que les estoy muy agradecido a mis "fans", a los críticos, a los medios de comunicación por el apoyo que me han prestado y me siguen prestando. Por eso creo que ni se me ha subido nada a la cabeza ni se me va a subir.
