Madonna quiere comprar la isla de Skorpios, patrimonio de Athina Onassis

Por hola.com

Madonna, que estos días ha cumplido 46 años, se ha unido a la última moda que parece haber conquistado a las estrellas del cine, la canción o el deporte. Y esto es comprarse una isla. Al parecer y según publica la prensa británica, la ambición rubia está interesada en adquirir la isla de Skorpios, el paradisíaco refugio que Aristóteles Onassis compró en 1962 y que acogió su relación con Maria Callas primero, para luego convertirse en escenario de su boda con Jacqueline Kennedy en 1968.

Propiedad de Athina
La isla forma parte del patrimonio de la nieta del magnate, Athina Roussel Onassis, quien al cumplir los dieciocho años heredó una inmensa fortuna -se estima entre los 2.500 y los 3.000 millones de dólares- convirtiéndose en la joven más rica del mundo. Situada en el mar Jónico, la propiedad ocupa ochenta hectáreas en las que se ubican huertos, olivos, tres villas, una iglesia bizantina, un sencillo puerto y un pequeño camposanto.

Trescientos millones de euros
Hipnotizada por el halo de tragedia y pasión que recorre sus rincones, Madonna ha visitado el lugar (borrado de los mapas, un privilegio concedido a Onassis por el Gobierno griego después de que lo solicitase a las autoridades de su país para evitar el acoso de los curiosos, especialmente tras su boda con la viuda de John F. Kennedy) en varias ocasiones: "Está muy contenta con la isla y le apasiona la historia que envolvió el enclave griego. El lugar es magnífico. Un verdadero paraíso en medio del Mediterráneo", explicó un portavoz de la cantante, quien ya ha cursado la oferta a Athina: 300 millones de euros. Ahora habrá que esperar para saber si la rica heredera está dispuesta a vender el lugar donde reposa su familia: su abuelo, Aristóteles, fallecido en 1975 a los 69 años, su tío Alexander, muerto en un accidente de aviación cuando tenía 24 años, y su madre, Cristina, trágicamente desaparecida cuando contaba 37 años.

Escenario de misterio y pasiones
Como decíamos, Skorpios se convirtió en centro de atención mundial tras la boda del armador y Jackie Kennedy. En su hermosas costas Onassis citó al célebre joyero griego Zolotas para elegir un brazalete de platino en forma de serpiente con ojos de diamantes, que le costó 228 mil dólares, y una alianza de platino y diamantes, valorada en 45 mil dólares. Desde aquel momento, las idas y venidas de la pareja tuvieron como escenario de fondo el paisaje de Skorpios. Desde el rechazo de Cristina y Alexander al nuevo matrimonio de su padre, hasta la divulgación de los detalles del contrato matrimonial—por el que Onassis, entre otras cláusulas, se comprometía a dormir en una habitación separada y Jackie sólo estaba obligada a pasar las fiestas católicas y las vacaciones de verano en pareja—, hasta los rumores de divorcio cuando Onassis volvió a verse con María Callas.