Pelo castaño en lugar de su rubio habitual, sensuales movimientos, contorsiones insinuantes, lencería provocativa, medias de red, trajes de látex...Britney Spears ha puesto al descubierto su lado más sugerente en su nuevo espectáculo, Onyx Hotel Tour, que presentó recientemente en Miami ante catorce mil espectadores -fue emitido en directo por una cadena de pago estadounidense- y con el que recorrerá los escenarios de todo el mundo. Con dicho espectáculo, la cantante pone punto y final a la transición que viene experimentando desde hace varios meses. Y es que, divorciada después de 55 horas de matrimonio, más madura artísticamente y gran amiga de Madonna desde hace un tiempo, Britney ha dejado de lado la imagen de adolescente y ha optado por un look más agresivo, canciones picantes y una continua provocación.
El alto contenido erótico del show, sin embargo, ha provocado ya las primeras reacciones encontradas hasta el punto de que la prensa ha comenzado a calificarlo como ‘el show pornográfico de Spears’ después de que algunas madres que acompañaron a sus hijas adolescentes al primer concierto de la temporada salieran de él escandalizadas. Con esta gira, que llegará a Europa a finales de abril, Britney debutará también en China hacia finales de septiembre convirtiéndose en la segunda cantante de renombre internacional en visitar el país después de que Mariah Carey actuara el año pasado en Shangai. La artista estará en Cantón, Pekín, Shanghai, Changsha y Shenyang para luego viajar a Japón, Corea del Sur y Singapur.
