Miguel Ángel Muñoz: 'Me tiro a la piscina con casi todo'

Por hola.com

Trabajador incansable y celoso de su vida privada, Miguel Ángel Muñoz, a quien se relaciona desde hace tiempo con Mónica Cruz, compagina su aparición en «Un paso adelante» con otras actividades profesionales. Hace unos meses protagonizó en el teatro la obra «Quickly» y en los días previos a la Navidad se ha subido al escenario del Teatro Real para convertirse en narrador de la ópera infantil «Bastián y Bastiana», escrita por Mozart cuando tenía doce años.

—¿Qué se siente sobre el escenario del Teatro Real?
—Muy orgulloso, muy contento y con muchísimo respeto, porque es el teatro más importante que hay en este país y estoy encantado porque a no ser que sea con papeles como éste, de narrador en esta ópera, es muy difícil trabajar ahí como actor, ya que solamente se hace ópera.
—¿La separación de Upa Dance supone el inicio de tu carrera en solitario en el mundo de la música?
—De momento, la separación de Upa Dance es el comienzo de la promoción del último disco que hemos grabado en directo en Roquetas de Mar, «Upa Live», con diez canciones y dos temas nuevos cantados por mí en solitario. Será otro reto muy importante.
—Tengo entendido que no tenías ni idea de bailar y te pasaste todo el verano bailando para presentarte a las pruebas de «Un paso adelante»…
—Cuando se propuso el «casting» de «Un paso adelante», la cualidad que tenía que tener cualquier actor es que bailara y que cantase, pero principalmente que bailase, de hecho se hizo un «casting» de dos mil quinientos bailarines y actores, y yo no había tomado una clase de baile nunca, algunas de claqué que recordaba y poco más, así que mentí como un bellaco. Con Upa Dance pasó lo mismo, comencé haciendo los «raps» de la canción «Morenita» o «Baila morena» para acompañar a Pablo, porque era algo tan bonito que me apetecía, ya que dentro del contexto de la serie venía a cuento estar muy dentro del grupo; luego se planteó la posibilidad de salir alguna vez y al final hicimos la gira, ha sido fundamental.
—Vamos que te tiras a la piscina con todo…
—Sí, digamos que me tiro a la piscina con casi todo, pero siempre con un colchón de mucho trabajo y mucho esfuerzo detrás y teniendo en mente lo principal: hacer las cosas bien y estar a la altura.
—¿Y hasta dónde?
—Pues hasta donde me lo permita mi cuerpo y a la gente le siga gustando lo que hago, por supuesto, trabajando un montón, y cada vez que haya algo, poniéndome las pilas para intentar estar ahí.
—¿Qué te deja hacer tu escaso tiempo libre?
—Me deja hacer poco, además, como decía, lo empleo en formarme más todavía. Tres días a la semana tengo clase de canto, otros dos clase de baile, siempre a no ser que surja algún imprevisto, y los fines de semana hay que compaginar la promoción del disco ahora, los ensayos de la obra que estoy haciendo… El poquito tiempo libre lo intento pasar con mi familia, que a veces se enfada, porque estoy muy poco en casa con mis hermanitas.
—¿Tienes dos hermanas pequeñas, verdad?
—Sí, tengo dos hermanas pequeñas, de cinco y tres añitos, que me tienen idolatrado.
—¿Te consideras guapo, resultón, atractivo?
—Me considero más guapo que unos y más feo que otros.
—¿Te cuidas mucho?
—Sí, soy coqueto, muy coqueto.
—¿Qué cualidades tiene que tener una chica para conquistarte?
—Ser especial, que tenga algo que no tengan las demás, ni más alta, ni más baja, ni morena, ni rubia, ni ojos azules, no tengo ningún estereotipo. La mujer en sí me gusta, ¡me parecen preciosas todas! (Ríe.) Y con que tenga algo especial es suficiente.