La ensalada de la huerta de casa, como les cuento, la buena botella de vino, por él elegida de la bodega, a pulso siempre hay que abrir un buen vino cuando llega un viejo amigo ,mientras el sol se va apagando despacio y al fondo, al final, a lo lejos sobre el paisaje azul de estas lomas aún purísimas, se ve un mar que centellea, y al fondo, las primeras luces de la costa africana.
Háblame de tus hijos, Julio, siempre hablamos de tantas cosas, de tus hijos pequeños, quiero
Pues yo me crezco viéndolos crecer
Que no es poco, Julio Iglesias.
Que es mucho, que lo es todo Mira, mis hijos pequeños me dan respiración, me siento vivo.
Vivo en la vida y vivo en la música que es su vida. Nada más distante, sin embargo, que el título de su disco, «Divorcio», de estas fotos que él va viendo con los ojos iluminados con la pasión, con el amor de un padre.
Sí. Estoy vivo Mira aquí a Miguel, inteligente, sensible, hacia dentro, observador; aquí está Rodrigo, de cuatro años, más hacia fuera Y las niñas,,qué quieres que te diga de las niñas, tan parecidas a su madre
Flequillos rubios, miradas ardientes, como la de su padre; trenzas de oro, los ojos del color de la miel Hermosas criaturas de Dios por las que merece la pena vivir, convivir, sobrevivir, pelear.