Rosa, la ganadora de la primera edición de «Operación Triunfo», ha regresado por fin a los escenarios tras dos años de ausencia. La guapa granadina afronta ahora la presentación de su segundo álbum, que se titula «Ahora» y que llega en su mejor momento personal y profesional. Más guapa que nunca, luciendo una figura más estilizada, Rosa nos abrió su corazón hablando de este nuevo trabajo y de los difíciles momentos que ha pasado alejada de los escenarios.
«Ahora es cuando...» —Rosa, háblame de tu segundo disco. —Se llama «Ahora» y el título define perfectamente el momento en el que me encuentro, que ahora es cuando más ganas que nunca tengo de cantar. En mi primer trabajo creo que canté con miedo, y ahora creo que lo he hecho con rabia, de puras ganas que tenía. —Han sido muchos meses de ausencia de los escenarios... —Han pasado dos años en los que me he dado cuenta de muchas cosas, la cabeza me ha dado muchas vueltas, he aprendido mucho, me he aficionado a diferentes cosas también: a leer, por ejemplo, y a escribir lo que siento. También he sido consciente de lo que es cuidarse la voz, de tocar un poquito la guitarra, de muchas cosas. —¿Qué ocurrió realmente con tus cuerdas vocales? —Yo tuve un quiste, que gracias a Dios, con reposo y medicamentos, se ha curado. Ha sido un tratamiento constante en el que he tenido que estar cuatro meses prácticamente sin hablar. No ha sido una depresión, como se ha llegado a decir, aunque sinceramente lo he pasado mal. —Se ha especulado con la posibilidad de que no hubieras aguantado la presión de la fama... —No, no, yo soy una persona muy fuerte; la gente piensa que soy débil, pero no, soy muy fuerte. Lo he pasado muy mal porque es muy difícil estar cuatro meses sin hablar, escribiendo en una pizarra y casi sin creerme que el médico me prohibiera decir nada. Yo pensaba que eso no podía ser. —Ha sido una recuperación muy larga... —Sobre todo porque yo, además, hablaba; me encontraba mejor y hablaba. Entonces las cuerdas vocales se hinchaban y tenía que volver al tratamiento otro mes entero, y así cuatro meses. Lo cierto es que luego vino la preparación del nuevo disco y hay quien ha pensado que la recuperación ha sido aún más larga; pero no, lo que pasa es que he estado volcada con el nuevo trabajo. —Se ha culpado mucho a tu familia de este retiro temporal, se ha dicho poco menos que estabas secuestrada. —No. La verdad es que los padres siempre intentan cuidarte, y a mí me ha costado mucho estar tanto tiempo encerrada, aislada; pero ha sido una decisión mía, un retiro voluntario para curarme lo antes posible. —¿Temiste en algún momento no poder volver a cantar? —Tuve miedo. Tuve dudas de si debía operarme o no. Dicen que cuando te operas la voz cambia, y yo no sabía qué hacer. Al final, si se podía evitar la operación, como así ha sido, pues mejor.
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