Robbie Williams y Christina Aguilera, la provocación conquista España

Por hola.com

Dos de los grandes ídolos de la música del momento, el británico Robbie Williams y la estadounidense, de origen ecuatoriano, Christina Aguilera actuaron anoche en Madrid y Barcelona respectivamente. La provocación de ambos reinó en una noche memorable para el público más joven de España.

Robbie Williams demostró, en el primero de sus dos conciertos previstos en España, que nada tiene que ver con el joven que actuó hace cinco años en Pachá en solitario. El niño malo del pop británico justificó sobre el escenario por qué ha vendido millones de discos en toda Europa, por qué ha sido elegido el cantante del año por la revista GC o por qué es el artista preferido por los usuarios de karaoke, según una encuesta británica.

Williams convenció, sedujo al público y se mostró seguro sobre el escenario vestido totalmente de negro y con unas extravagantes zapatillas doradas. El cantante británico presentó Live Summer 2003, el directo grabado el pasado agosto en Knebworth Park (a 80 kilómetros de Londres) ante 375.000 fans, actuación que le valió el récord de asistencia a un concierto en Inglaterra, ostentado hasta entonces por la banda Oasis. Continuó con Escapology, álbum publicado el pasado año, en el que hay mucho rock and roll, pero también mucho soul y buenas dosis de pop.

375.000 personas se dieron cita en la madrileña Plaza de Toros de Vistalegre para disfrutar del espectáculo de este rebelde de la música, que a diferencia de sus otros conciertos ofrecidos en Europa, no comenzó su actuación colgado de lo más alto del escenario haciendo puenting, tal y como figura en la portada de Escapology. No obstante, el cantante trepó por los bloques de hierro que componían el escenario, se tumbó en el suelo mientras interpretaba Moonson y dedicó una de sus grandes sonrisas al público, mientras decía en español: ‘Hola, hola, bravo, ¿cómo estás Madrid?’.

Acompañado de quince músicos y cuatro deslumbrantes bailarinas, Robbie Williams logró conectar con el público, en especial con una de las afortunadas fans a la que invitó a subir al escenario, bailó una balada y despidió con un prolongado beso en la boca.