Recuperado de la operación quirúrgica a la que fue sometido el pasado dos de abril para realizarle un trasplante de hígado, Raphael, lleno de fuerza y de ilusión, regresó a los escenarios. Y lo hizo en una noche grande para él y para todos aquellos amigos que quisieron acompañarle en directo en el primero de los cuatro recitales que ofrecerá en los próximos días en el Teatro de La Zarzuela de Madrid, un entorno significativo y nostálgico elegido por el cantante por ser el mismo en el que recibió su bautismo profesional en 1965.
Tres minutos de ovación Fue una velada inolvidable en la que la voz del artista de Linares vibró clara y templada ante un público rendido a sus pies, entregado y aferrado a los aplausos. Su salida al escenario de riguroso negro fue seguida por tres minutos de ovación de todos los presentes puestos en pie, como si así hubiesen querido rendir pleitesía a un rey que ha vencido la guerra tras luchar con coraje en una dura batalla. Raphael se enfrentaba a esa nueva etapa que inauguró hace seis meses y que para él, según palabras suyas, es "como una prórroga que me ha dado Dios y que pienso aprovechar".
El próximo 20 de octubre, llegará su más reciente trabajo discográfico titulado significativamente "De vuelta", en el que ha estado trabajando desde que recibiera el alta médica, y poco después emprenderá una breve gira que le llevará a América, en concreto a México, Miami, Los Ángeles y Nueva York, para regresar a comienzos de 2004 y actuar en las principales ciudades españolas.
María Chávarri y Javier Soto Arropándole en este renacer artístico no podían faltar sus seres más queridos, su esposa, Natalia Figueroa, y sus tres hijos, Jacobo, con su mujer Tony Acosta, Alejandra, con su marido Álvaro Arenzana, y Manuel, que siguieron el recital desde un palco. También estuvieron sus sobrinas, Marta y María Chavarri, esta última acompañada por su prometido, Javier Soto, en su primera aparición en un acto público desde que se hiciera pública la noticia de su próximo matrimonio el 18 de octubre. Su padre, el embajador Tomás Chavarri llegó algunos minutos antes acompañado por su esposa, Carolina Thieu.
