Rocío Dúrcal desde su casa de México: 'Estoy feliz, porque voy a ser abuela de gemelos'

Por hola.com

Haciendo gala de una gran fortaleza física y espiritual, Rocío Dúrcal nos llevó a visitar las pirámides de Teotihuacán, particularmente la pirámide del Sol. Durante el ascenso (265 escalones), Rocío fue reconocida por turistas procedentes de Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú y Guatemala, lo que confirma la inmensa popularidad de la trayectoria musical de la cantante en el continente americano. Una vez concluida la visita a esta joya arqueológica, degustamos comida mexicana en un pequeño restaurante de la región. Al día siguiente realizamos la sesión fotográfica que acompaña el presente reportaje, en el que Rocío nos permitió entrar en la intimidad de su hogar y de su corazón.

—¿Cuándo y por qué llegas a México?
—La primera vez que crucé el charco fue a principio de los años sesenta, cuando tenía diecisiete años, y fue para presentar mi primera película, Canción de juventud.Recuerdo que en esa época no existían relaciones diplomáticas entre España y México.
—Entonces,¿viniste a México a presentar tu película y no a cantar?
—Sí, sí, también vine a cantar, y lo hice por primera vez en el Terraza Casino, que era un centro nocturno muy famoso aquí, en México. Yo traía dos guitarristas y un bailarín y, como era menor de edad, venía con mi padre, y tuvieron que pedir permiso a las autoridades mexicanas para poder ttrabajar en un centro nocturno.
—¿Te imaginaste tu éxito en tu primera temporada en México?
—No, nunca lo imaginé. Recuerdo mi pequeño camerino lleno de orquídeas que me mandaban mis admiradores Así me recibió México. Desde entonces no recuerdo haber tenido un camerino tan lleno de orquídeas como en la época del Terraza Casino.
—Esta experiencia,¿ya la habías vivido en España?
—No, porque en España sólo había cantado en mis películas, que en esas fechas eran tres.
—¿Cuándo subiste a las pirámides de Teotihuacán por primera vez?
—Cuando tenía diecisiete años. A esa edad subí por vez primera a la pirámide del Sol.
—¿Qué sensación experimentas al estar ahí, en la cúspide?
—Siento una sensación de gran libertad. Yo llego a lo más alto y digo:’¡Ay, qué gusto!’;es algo que no puedo explicar.
—¿Qué significado tiene para ti la familia?
—Es algo muy importante. Lo más importante de todo.
—¿Cómo te sientes ahora que vas a ser abuela nuevamente?
—Feliz. Aunque ya tengo a Christian (el hijo de Carmen), de seis años, me hace muchísima ilusión que mi hijo Antonio, que se ha casado recientemente con Edurne González, vaya a tener gemelos.
—¿Hay antecedentes de gemelos en tu familia?
—Sí. En la familia de mi mamá también había gemelas, y mi hermana Cuca también venía con otra niña. Yo no tuve, pero mi hijo los tendrá.