Gareth Gates, 'el pequeño Robbie Williams'

Por hola.com

Aunque aparentemente nada tienen que ver, Gareth Gates está más cerca de David Bisbal de lo que uno podría imaginar. Al igual que el cantante almeriense se presentó a un concurso de televisión con la esperanza y la ilusión de hacerse un hueco en el mundo de la música; y, como él, no sólo ha logrado su sueño, sino que ha sobrepasado sus propias expectativas y se ha convertido en el verdadero triunfador del citado programa; y eso que ninguno de los dos ganó, ambos quedaron en segundo lugar, David en el conocido Operación Triunfo en España y Gareth en su versión inglesa, el Pop Idol de Gran Bretaña.

El ‘fenómeno Gareth Gates’, al que la prensa británica ya ha apodado como ‘el pequeño Robbie Williams’ es también equiparable a lo que en España se ha vivido con Bisbal. Su primer single individual, una versión de Unchained Melody de los Righteous Brothers, que se volvió tremendamente popular a principios de los años noventa gracias a la película Ghost, se convirtió en todo un hito al interpretarla en directo ante 13 millones de espectadores, que no dudaron en comprar rápidamente su disco convirtiéndole a el artista más joven que ha llegado al número uno de las listas de ventas anglosajonas. A sus 19 años, este joven nacido en Bradford (Inglaterra) ha superado todas las expectativas puestas en él, y con su primer trabajo, que lleva el título de What my heart wants to say, no sólo ha arrasado en su país, sino Europa se rinde a sus pies a cada paso que da.

Pero es Gareth sobre todo un ejemplo único. Porque para triunfar ha tenido que superar un difícil obstáculo, la tartamudez que sufre desde pequeño. Su afición por la música se despertó cuando aún era un niño -entonó las primeras notas a los 9 años- una afición por otra parte que fue apoyada y fomentada por sus padres. Y si enseguida aprendió a tocar la guitarra, la batería y el piano, para lograr dominar su instrumento preferido, la voz, tuvo que luchar con tesón y mucho esfuerzo.

Pero lo que en aquel entonces parecía un complicado obstáculo, se convirtió con el tiempo en un aliado cuando descubrió que cantar le ayudaba a controlar los sonidos que salían de su garganta. "Durante toda mi vida es algo que me ha impedido hacer muchas cosas, como una barrera que no me permitía desarrollarme. Cuando comencé en Pop Idol era lo único que tenía en mente, pensaba que me iba a hundir. En el primer casting no pude decir nada, sólo cantar. Y por primera vez me sentí liberado al conseguir transmitir lo que sentía, darle la vuelta a mi problema y hacer que fuera algo beneficioso en lugar de perjudicial, me ha permitido ayudar a muchas personas".