Cuba ha perdido a su ‘Reina de la salsa’. Celia Cruz falleció ayer a los 78 años de edad en su casa de Nueva Jersey como consecuencia del cáncer cerebral que padecía. La artista, ganadora de tres Grammy, estuvo acompañada durante sus últimas horas por su esposo y director musical, el trompetista Pedro Knight, y su familia.
El estado de salud de la 'guarachera', quien mantuvo su característica energía y originalidad casi hasta el final, había empeorado en las últimos semanas a causa del tratamiento de quimioterapia al que se le había sometido para combatir la enfermedad, según precisó su portavoz, Alejandro Zuart, hace tan sólo unos días; y añadió que el esposo de la cantante, Pedro Knight había decidido no informarle del fallecimiento de Compay Segundo para no empeorar su estado. La cantante, que permanecía en cama, no pudo levantarse para celebrar el pasado lunes su 41 aniversario de bodas.
Celia Cruz llevaba meses bajo tratamiento médico después de que el pasado año fuese operada de un quiste en el seno que resulto ser cancerígeno. Meses después se le diagnosticó un tumor cerebral y fue intervenida de nuevo el pasado 5 de diciembre, tras lo cual tuvo que ser hospitalizada en varias ocasiones. Antes incluso de conocerse su enfermedad, la cantante había dejado estipulado que su cuerpo fuera llevado a Miami para ser sepultado en esta ciudad, donde reside la mayor comunidad cubana fuera del país.
Un cálido homenaje en Miami Desde su operación, Celia Cruz, sólo había aparecido en público en público en tres ocasiones: una para la entrega de los premios Grammy en Nueva York, donde recibió el premio al Mejor Disco de Salsa por La negra tiene tumbao, otra en la gala de la compañía teatral ‘Repertorio Español’, también en Manhattan, y la tercera en un sentido homenaje en Miami, el pasado marzo, con el que le rindieron tributo numerosos compañeros de profesión.
Este homenaje, cálido y musical, tenía dos objetivos. Uno, y quizá más secundario, aplaudir a la cantante por sus más de cincuenta años de carrera; otro, más profundo, alentarla y acompañarla para que siguiese luchando por superar la, como decía ella, malanga, ese tumor cerebral maligno que le había sido extirpado en una operación de urgencia. Fue un encuentro de estrellas amantes de la música latina y de su embajadora por excelencia, Celia Cruz.
A dicho tributo se sumaron nombres como los de Gilberto Santa Rosa, Víctor Manuelle, Olga Tañón, Paulina Rubio, India, Arturo Sandoval, Luis Enrique, Albita, Johnny Pacheco, Milly Quezada y José Feliciano, entre muchos otros, así como las cantantes norteamericanas Patti LaBelle y Gloria Gaynor. Precisamente la cantante entonó algunos compases en español de la conocida canción de esta última, "I Will Survive". "No puedo cantar porque aún estoy un poco flojita", afirmó sobre el escenario.
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