—Sí. Me apoya muchísimo y es una gran fuente de inspiración para mí. Se interesa mucho por mi trabajo y me encanta que lo haga. Le gusta venir a los conciertos y se divierte ahí delante. Es genial. Me encanta ese tipo de aprobación.
—Háblenos de Heather…
—Mi mujer es fantástica. Tiene mucha personalidad, pero también es una persona muy divertida. Te ríes muchísimo con ella y cuenta unos chistes buenísimos. Es bueno tener algo de amor en la vida, eso lo sabemos todos. Evidentemente, algunas de las canciones que canto durante el concierto fueron escritas para Heather y algunas se las dedico. Creo que estoy pasando por un buen momento en mi vida tras haber superado uno malo. Heather se muestra muy apasionada en su apoyo a causas benéficas, como su campaña para adoptar un campo de minas, que ahora yo también apoyo. Aún quedan millones de minas antipersonales enterradas y va siendo hora de que hagamos algo para limpiar un suelo sobre el que la gente sigue sin poder andar.
—Ahora es abuelo. ¿Le gusta?
—Me encanta ser abuelo. Es lo mejor que hay. Llevo fotos de mis nietos conmigo, que enseño a la gente a todas horas, especialmente cuando estoy de gira. Me encantan los niños. Me sorprende que haya gente que no sepa cómo actuar con los niños. Los cogen como si fueran de cristal. Pero yo disfruto del placer de estar con mis nietos. Siempre me ha gustado jugar a indios y vaqueros, y a los piratas, y todo eso.
