Britney Spears, con su madre y su hermana, en su fantástico refugio de Louisiana

Por hola.com

A la crisis tras la ruptura con su novio, se sumó, poco después, la separación de sus padres tras treinta años de matrimonio. La noticia se dio a conocer en pleno arranque de su gira mundial y le afectó de tal manera que estuvo a punto de cancelar los conciertos. Finalmente siguió adelante pero restringió sus apariciones públicas.

Fue entonces cuando comenzaron a aparecer las primeras informaciones sobre su profunda tristeza, se habló de un desmayo sufrido durante uno de sus conciertos, y algunas de las canciones compuestas por ella se convirtieron en espejo de su sentir. Por un momento, la cantante intentó mitigar su estado de ánimo sometiéndose a una intensa actividad -conciertos, preparación de nuevos proyectos cinematográficos, inauguración del restaurante Nyla- ,etc.

LOUISIANA, SU REMANSO DE PAZ
Al anunciar su alejamiento de los escenarios por un período de seis meses, la diva afirmó:"Necesito tiempo para Britney", confirmando su anhelo de pasar más tiempo junto a los suyos y disfrutar de la compañía de sus amigos, de sus padres, Lynne y Jamie, y de sus hermanos, Bryan, cuatro años mayor que ella, y la pequeña Jamie Lynn, de doce.

Y es precisamente lo que ha estado haciendo en los últimos meses, disfrutando de esta etapa como persona, no como estrella, de su juventud, y de los momentos que le ofrece el poder haber vuelto a ser la Britney que nació y creció en Kentwood en diciembre de 1981. Y es que, la ‘princesa del pop’ regresa a su casa de Louisiana siempre que su apretada agenda de trabajo se lo permite, para ella es un remanso de paz donde consigue recobrar las fuerzas necesarias.

Allí puede dar largos paseos en patinete con Jamie Lynn, que la adora y quien dice de ella: "Britney es la persona más simpática del mundo. De verdad. Es mucho más simpática que yo". Ambas hermanas están muy unidas, tanto es así que la joven estrella se hace acompañar por Jamie Lynn siempre que los estudios de ésta se lo permiten, por lo que no es raro verlas pasear por las calles de las ciudades a las que viaja para ofrecer algunos de sus conciertos.

La cantante también mantiene una relación muy especial con su madre, quien la ha animado y apoyado desde el principio de su carrera, convertida en su mejor consejera. El escenario de muchas de estas confidencias entre ambas son los bosques que rodean la casa. No es raro pues que Lynne, que es profesora, opine sobre cuestiones que atañen la vida de su hija, incluso sin son tan personales como la relación que mantuvo con Justin Timberlake: "Justin y Britney son dos personas jóvenes y estupendas, pero uno nunca sabe lo que puede ocurrir al final del camino".