Raphael continúa a la espera de un inminente transplante

Por hola.com

A lo largo del pasado mes de febrero y lo que va de éste, el popular cantante Raphael, como hemos venido informando, continúa a la espera del inminente trasplante de hígado que necesita tras la enfermedad hepática que padece como consecuencia de una hepatitis mal curada. Y decimos que continúa aguardando, puesto que en un principio se vio la posibilidad de que su familia más cercana, es decir, su esposa, Natalia Figueroa, y sus tres hijos, Jacobo, Manuel y Alejandra, pudiesen ser donantes. Sin embargo, y tras someterse a las pruebas pertinentes para determinar si podían donar al artista un lóbulo (porción apreciable por separado) de su hígado, finalmente no pudo ser, ya que todos ellos mostraban incompatibilidad, lo que supondría un rechazo si el trasplante se realizase.

En la lista de espera para ser transplantado
Ante la situación, Raphael, sin perder en ningún momento la esperanza y el optimismo, se puso en la lista de espera para recibir ese hígado que necesita. La operación va a ser llevada a cabo por el equipo del profesor Enrique Moreno González, que le ha venido tratando desde que se presentó la enfermedad, en el madrileño hospital Doce de Octubre. Una espera que, como decíamos, Raphael y su familia han venido llevando con el mayor de los optimismos, pero también con la lógica resignación que toda forzosa espera conlleva.

Un ánimo y una fuerza envidiable
Pero mientras el momento del trasplante llega, el artista y los suyos intentan continuar, en lo que cabe, con su vida normal. Desde que se conoció públicamente su delicado estado de salud han sido innumerables y constantes las muestras de cariño que Raphael ha venido recibiendo. Todo ello, unido al constante apoyo y amor de su familia, ha sido la mejor de las medicinas para esta espera, y la fuerza para continuar luchando con un ánimo y una predisposición envidiables. Si no, basta con ver las imágenes que les mostramos en este reportaje, donde Raphael aparece cuando, estos días, acudió a dos sitios distintos. El primero, a la salida del cine, al que había ido con Natalia para ver la última película de Nicole Kidman, nominada para 11 Oscar de Hollywood. Llevaba el cantante gafas de sol y su inseparable bufanda roja, de la que parece no querer apartarse en las últimas semanas. Dicen los más allegados que Raphael no ha perdido ese excelente sentido del humor del que siempre ha hecho gala, que es quien más tranquilo está y que, por si fuera poco, presume de ser capaz de recuperarse más rápidamente de lo que los médicos le pronostican.