No ha sido una reaparición en el sentido propio del término porque nunca se ha marchado; pero sí ha sido un retorno a su esencia para los miles de seguidores que esperaban una nueva incursión al pop de este músico incombustible. Han pasado más de seis años desde el lanzamiento de Dance into the ligh (1996), y con Testify, que saldrá a la venta el próximo 11 de noviembre, Phil Collins demuestra que sigue en la cresta de la ola, que es un veterano, eso es indudable, pero que por encima de competencias con otros artistas más jóvenes, sigue teniendo mucho que decir. "El disco es un reflejo de dónde estoy ahora".
El cantante, que presentó en Madrid su nuevo disco, dejó claro que se mueve por nuevos caminos, tanto musicales como personales: "A mis cincuenta y un años me interesa hacer cosas nuevas, no siempre lo mismo", afirmó haciendo referencia a sus cada vez más frecuentes colaboraciones con Disney -gracias a la composición de la banda sonora de la película Tarzán obtuvo un Oscar, un Globo de Oro y un Grammy-, entre las que se cuentan la banda original completa de Tarzán 2 y Brother bear. "Pero" quiso aclarar "no estoy comprado, ni trabajo en exclusiva para ellos, lo que pasa es que con Tarzan me dieron la oportunidad de hacer cosas que nadie me había ofrecido antes".
'Nueva vida junto a su mujer, Orianne, y su hijo Nicholas'
Precisamente estos trabajos le están permitiendo, por una parte "aprender a cuestionarme cosas nuevas a la hora de componer", y por otra, trabajar desde casa y, por lo tanto, estar más tiempo con su familia: "Hace ocho año empecé una nueva vida. Resido en Suiza, tengo una nueva mujer, un niño pequeño...Me siento como si el aire que me rodea estuviese lleno de electricidad y quiero estar ahí, despierto, para no perdérmelo".