A principios de los sesenta, Mick Jagger fundó junto a su amigo de la infancia Keith Richard los Rolling Stones. Y lo que empezó siendo un conjunto de garaje acabó convirtiéndose en el grupo más famoso del mundo del rock.
Siempre ha estado en la cresta de la ola, por sus continuos líos de faldas y de drogas, pero los escándalos nunca han perjudicado su carrera profesional, y el líder de los Rolling no ha dejado de figurar jamás entre los más grandes.
Después de cuarenta años sobre los escenarios, Jagger sigue siendo el mismo artista impulsivo, alocado y temperamental que llena de un heterogéneo público cada concierto que da en cualquier parte del mundo.
