La industria del baño aún encuentra obstáculos para apuntarse del todo al movimiento de la moda sostenible. Firmas españolas como MANOLA o Bohodot han optado por el sustituto reciclado del nailon, llamado ECONYL, que a pesar de su composición ecológica, no ha solventado el problema de los residuos microplásticos en los océanos.