El 15 de julio de 2007, a tan solo dos meses y medio de haber nacido, la infanta Sofía recibía el sacramento del bautismo en los jardines de La Zarzuela. Para la simbólica ocasión, su madre estrenó un diseño liso de tirantes y falda tubo con chaqueta larga de cuello de solapas y manga francesa confeccionada enteramente en encaje blanco, y que conectaba indudablemente con el faldón de su pequeña. Lo complementó con unos zapatos peep toe metalizados, muy en tendencia en aquellos años.