Hay quien lo tacha de un color cursi y otros, de único referente de la femineidad, así como de reflejo de dulzura e inocencia a partes iguales. Sin embargo, esta temporada de otoño-invierno 2009-2010, el color rosa en sus múltiples tonalidades –pastel, empolvado, ‘nude’, fucsia, chicle...- rompe con estereotipos y se convierte en un sinónimo de modernidad.
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