Al ritmo de la icónica voz de Edith Piaff, Nieves ha sido la primera en aparecer desde las sombras en la iluminada pasarela que había preparado el diseñador francés. Lo ha hecho cubierta casi al completo por una imponente capa negra acolchada, un recurso frecuente en las creaciones de Rolland, que se ha quitado a mitad del recorrido, desvelando un sensual conjunto de minivestido negro con eslabones gigantes en el escote y botas de tacón over the knee. Otras 30 piezas esculturales han tenido que pasar por el front row para que pudiéramos verla nuevamente. Esta vez, ha cerrado el show con un vestidazo rojo palabra de honor con corpiño ceñido, un faldón construido como un globo y una maravillosa estructura elaborada con el mismo tejido que se sostenía de sus brazos como las alas de un ángel.
- Nieves Álvarez: 'Lo que de verdad te hace deslumbrar en el Festival de Cannes es ser real'