La imparable trayectoria de Gisele Bündchen le ha ganado fama internacional, aunque pocos conocen el arduo camino de superación que ha tenido que emprender. No fue sino hasta 2018, con el lanzamiento de sus memorias (Lessons), que tuvimos consciencia de esta faceta de su carrera. Ella y sus cinco hermanas crecieron en un hogar de clase media en un pueblo del sur de Brasil y fue descubierta siendo apenas una adolescente. Colgó las alas de Victoria's Secret hace más de 15 años por un decisivo juego de azar que ha cambiado su vida para bien. En su 42º cumpleaños, repasamos la vida de quien durante varios años fue la supermodelo mejor pagada del mundo y ahora dedica sus esfuerzos a difundir los beneficios del autoconocimiento, el deporte y la alimentación sana. 

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Sufrió de bullying en su infancia

En su libro, relata cómo era acosada en la escuela por parecer demasiado delgada o vestir de una manera que se consideraba masculina. La verdad es que el mundo no estaba listo aún para su belleza única. Tenía 13 años cuando ganó su primera competencia de modelaje en São Paulo, después de haber sido descubierta por un cazatalentos mientras comía en un establecimiento de comida rápida. Después, logró ser una de las cinco finalistas de un importante certamen organizado por Elite Model Management Brasil en mayo de 1994. A este, le siguieron un par de concursos de calibre internacional en los que, a pesar de no obtener primer premio, consiguió los contactos que la llevarían al estrellato. 

Un debut por todo lo alto

A los 18 años, un viaje a Nueva York fue su golpe de suerte. Debutó sobre la pasarela para Alexander McQueen en Londres, quien la apodó 'El cuerpo'. Ese mismo año, desfilaría también en París para firmas de renombre como Chloé, Versace, Givenchy o Valentino (en la imagen). Editores y diseñadores declararon que la adolescente marcaba el regreso de los cuerpos curvilíneos, aunque para estándares actuales Gisele es tan delgada como sus antecesoras Kate Moss o Linda Evangelista.

Su etapa como 'ángel'

En 1999, llamó la atención de Victoria's Secret, tanto así que el imperio de lencería le ofreció un contrato de casi 18 millones de euros. Durante los siete años que desfiló con las alas, llegó a lucir el icónico Fantasy Bra de la firma en dos ocasiones. En 2006, puso fin al acuerdo por razones que reveló recientemente: "No estaba segura de querer continuar trabajando allí. (...) Me sentía cada vez menos relajada cuando me fotografiaban caminando con solo un bikini o un tanga". 

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Una vida personal plena, después de los altibajos

Durante la época dorada de sus posados en lencería, era muy comentado su discreto noviazgo con el oscarizado Leonardo Dicaprio, una relación que finalizó en 2005. Poco después, conocería en una cita a ciegas al que es ahora su esposo, el jugador de fútbol americano Tom Brady. Se casaron el 26 de febrero de 2009 y, desde entonces, han tenido dos hijos: Benjamijn, de 11 años, y Vivian, de 8 años. La modelo se ha encargado de inculcarles las tradiciones de su país, así como de enseñarles a hablar portugués, a pesar de residir en Miami. A principios de 2021, la pareja, cuya fortuna asciende a los 500 millones de dólares, vivió un momentazo viral con el triunfo del equipo de Brady en el Superbowl, al ser fotografiados en medio de un apasionado beso de victoria.

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Vivió momentos oscuros

En pleno auge de su carrera, Gisele comenzó a padecer de constantes ataques de pánico en aviones, túneles, incluso antes de salir a desfilar. El estrés controlaba su vida hasta el punto de contemplar el suicidio. En sus memorias, confiesa que acabar con los malos hábitos y centrarse en su salud fue su salvación: "Fumaba, bebía una botella de vino y tres frappucinos de chocolate al día y lo dejé todo de golpe porque pensé ‘si estas cosas son la causa de mi dolor, tengo que eliminarlas'". 

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La meditación fue su salvación

Tras buscar ayuda con profesionales y rechazar tratamiento con ansiolíticos en favor de una solución holística, la modelo decidió construir un estilo de vida basado en la práctica de la meditación y la alimentación sana. Su objetivo era mitigar el llamado burnout o agotamiento que le generaba su ajetreada vida laboral. "¿Quién serías si hubieras parado de sabotearte y de procrastinar? La meditación me ha ayudado a encontrar la fortaleza y el equilibrio", confiesa en una publicación. 

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Aboga por la belleza natural

Sus redes sociales están repletas de instantáneas de la naturaleza, de su familia y su lado más orgánico. Suele mostrarse sin maquillaje, practicando deporte, meditando o disfrutando de alguna actividad con sus hijos. A través de ellas, Gisele comparte sus mantras de vida para inspirar a otros. "Respira hondo...No siempre puedes controlar lo que pasa en el exterior, pero siempre puedes controlar lo que pasa en tu interior", escribió en la descripción de esta imagen. 

Adelantada a su tiempo

Todas menos una de sus hermanas, que es jueza federal, trabajan para la marca personal que Gisele ha construido en las últimas dos décadas, una empresa de bienestar valorada en cientos de millones de euros que, lejos de las dietas peligrosas y los falsos estándares estéticos a los que se enfrentó ella en su día, promueve la aceptación propia. Actualmente, la brasileña reside en el exclusivo 'Búnker de los Millonarios' de Miami, donde también tienen residencia la familia Iglesias, Adriana Lima y, recientemente, Ivanka Trump.

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