Ni un apellido ultra famoso ni una genética privilegiada son suficientes para convertirse en la modelo mejor pagada del mundo. Trabajo duro y una gran personalidad son las claves gracias a las que Kendall Jenner es hoy una de las veinteañeras más influyentes de la industria. Su último proyecto, además, confirma que se mantendrá en ese podio, como mínimo, una temporada más: la californiana protagoniza la nueva campaña de la firma de joyería Messika Paris, para la cual también ha trabajado Kate Moss.