La mujer del rey Abdalá ha asistido en un evento a jóvenes emprendedores sin su tradicional caftán, siguiendo la línea que marcaban sus looks en EEUU.
Ha dejado de lado las siluetas fluidas y los potentes colores con los que suele impactar en sus citas de trabajo en favor de un look estructurado, firmado al completo por la casa Alaïa, fundada por el también árabe Azzedine Alaïa en los años setenta.