La firma detrás de este vestido troquelado es Antik Batik, aunque hace ya tiempo que el diseño se encuentra completamente agotado, desde que lo llevó Máxima por primera vez el pasado septiembre. Vemos en la imagen de aquel día que Máxima de Holanda recurrió de pies a cabeza al mismo estilismo. Le gusta tanto que, de hecho, la reina de los holandeses había vuelto a lucir el vestido el 6 de abril de este año, durante una conferencia virtual sobre la salud mental, donde lamentablemente no pudimos apreciar si había echado mano de sus accesorios de confianza.