La royal de estilo más atrevido ha conseguido el efecto 'máquina del tiempo' a través de tres elementos claves en su estilismo. Primero, ha recurrido a la misma camisa que estrenó hace un par de años prescindiendo de la lazada al cuello que forma parte del diseño original, truco que le permite llevarla desabotonada. Segundo, Máxima ha optado por llevar el pelo suelto, un cambio drástico con respecto al formal recogido que lució en aquella ocasión. Sin embargo, el toque final lo dio su llamativa diadema de flores, que esta había llevado por primera vez en 2011.