Lo que a primera vista parecían brazaletes dorados añadidos por la misma Máxima resultaron ser parte de la confección del vestido, prendidos a ambas mangas de este. Siguiendo con la estética osada de su elección de estilo, Máxima reafirmó su idilio con los detalles dorados a través de unos salones metalizados con tacón de aguja, similares a aquellos que lució hace dos años, y el mismo clutch en color oro, de Begum Khan. En cuanto al resto de los complementos, Máxima consiguió el equilibrio con un sobrio sombrero tipo casquete en tonalidad olivada y guantes de rejilla.